Mi padre, el pornógrafo de
Chris Offutt
A lo largo de la historia, la gente ha puesto mala cara ante la pornografía, despachándola como asquerosa e inmoral. He intentado con todas mis fuerzas resistirme a reaccionar así. Aquellos cómics eran el trabajo más personal de papá y, por lo tanto, merecían un examen cuidadoso. Mirarlos me producía dolor de estómago. Era capaz de leerlos con atención solo durante cortos periodos de tiempo antes de apartar la vista. A pesar de mi repulsión, sentía una compasión horrorizada por cualquiera que viviera con semejante imaginería como actividad diaria. Que se tratara de mi propio padre solo lo empeoraba. No coleccionaba aquellos libros: los hacía. Ahí estaba el mundo que llevaba dentro a todas horas, lleno de dolor y sufrimiento. Yo no tenía ni idea de lo desgraciado que había sido en realidad.