Lejos del bosque de Chris Offutt
El aire ardía. En cuatro horas se plantó en Indiana, donde el terreno era llano como un naipe. No había donde esconderse, ningún sitio donde ponerse a salvo. Hasta el sol brillaba en exceso. No le cabía en la cabeza que Ory pudiera tolerar un terreno tan abierto. Illinois era igual de raso, pero con menos verde. Gerald se dio cuenta de que estaba atravesando una estación, de que contemplaba el paso de la primavera en sentido inverso. La tierra de Illinois era negra como el estiércol y se detuvo para examinarla. El suelo era húmedo y rico. Olía a vida. Dejño que la tierra se le escurriese entre los dedos mientras pensaba en el terreno duro y arcilloso de casa. Decidió parar a la vuelta para llevarse un poco de aquella buena tierra. |