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La bestia de Carmen Mola
Pero deberíamos encontrar el momento para la belleza. Para recordarnos lo bueno que tiene la vida, por qué luchamos.
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La bestia de Carmen Mola
Uno no se da cuenta de las cosas que realmente se disfrutan hasta que las pierde.
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La bestia de Carmen Mola
Tres palabras sencillas que en esta ciudad parecen no estar al alcance de nadie: «Un buen hombre».
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La bestia de Carmen Mola
Pero echar la vista atrás para intentar reescribir el pasado es absurdo. El tiempo solo corre en una dirección.
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La bestia de Carmen Mola
Me hace sentir libre. En la vida, [...], una, casi sin ser consciente, a veces se esconde detrás de máscaras, como en un baile de disfraces. Se comporta y se ríe como se espera que haga. Encontrarás muy pocas personas que estén dispuestas a mirar de verdad dentro de ti.
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La bestia de Carmen Mola
La sangre no la ha convertido en mujer, la ha convertido en una víctima. Tal vez sea esa la verdadera metamorfosis que se produce con la menstruación.
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La bestia de Carmen Mola
Sus grandes ojos oscuros,cercados por las ojeras del que ha sufrido más de lo soportable, le buscan con ansiedad.
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La bestia de Carmen Mola
–¿Adónde va el alma cuando sale del cuerpo, Lucía? —Asciende al cielo y se transforma en un pájaro. Madre será un pájaro de mil colores, pequeñito, pero tan hermoso que todo el que lo vea volar caerá al suelo desmayado. Siempre estará sobre nuestras cabezas; ni tú ni yo lo podremos ver, porque el sol nos ciega, pera allí estará ella. Volando con sus pequeñas alas. |
La bestia de Carmen Mola
[...] castigo porque los más miserables han dejado de mirar a la Iglesia como a la única madre. Una madre que nunca se ha preocupado por darles alimentos.
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La bestia de Carmen Mola
Donoso se lo ha dicho más de una noche: los principios morales son perfectos para una tertulia, pero no calientan cuando hace frío.
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La bestia de Carmen Mola
Lucía puede distinguir en el cielo el humo de las barracas incendiadas en las Peñuelas. Se va deshaciendo, tal y como se ha desecho su vida, hasta desaparecer.
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La bestia de Carmen Mola
Sabes que las lágrimas de esta gente solo sirven para entretenerte mientras te roban la cartera.
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La bestia de Carmen Mola
La lluvia y las medidas sanitarias que prohíben las reuniones tumultuosas. Este maldito año de 1824 todo parece salir mal: el cólera, la guerra de los carlistas, la Noche de San Juan y la Bestia, también la Bestia.
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