Incertidumbre es una de las palabras clave en torno a la que gira este drama o “thriller” psicológico, publicado recientemente en inglés bajo el título de “The push” y en castellano como “El instinto”. Y es que es la incertidumbre que siente Blythe, el personaje principal, respecto a su papel como madre, lo que nos mantendrá en suspenso a lo largo de cada una de sus páginas. El instinto, es una controvertida novela escrita a modo de justificación, en forma de largo texto narrado en 2ª persona que dirige Blythe a su exmarido, Fox Connor, intercalando retazos de su memoria en 1ª y 3ª persona. La memoria de su línea materna y la memoria de su misma infancia, donde intenta buscar una explicación al rechazo que siente respecto a su propia hija, Violet. A través de Blythe Connor vivimos toda la presión que ésta experimenta en relación a su papel como madre y que no siente como se supone que debería sentir. Y vivimos su lucha por intentar sentirse como una madre supuestamente normal, a pesar de todo, a través de un segundo hijo, Sam, que le devuelva el afecto y la comunicación perdida con su pareja y repare todos sus errores como madre de Violet, una hija de la que no sabe si pensar que está impregnada de maldad desde su nacimiento o no es más que un ser complejo como ella misma, incapaz de gestionar bien el mismo rechazo patológico que ella siente… Lo que está claro es que Blythe vive sometida a una presión social, a la idea errónea de que debe esperar como mujer que brote de ella un instinto maternal natural supuestamente común a todas las féminas, como el que observa en la señora Ellington y no encuentra en su propia madre, Cecilia, ni en su abuela Etta. Una presión social que presiente que también deben sentir muchas otras mujeres, como Gemma, la nueva pareja de Fox, con la que establece una relación de amistad supuestamente basada en el lazo de la maternidad, en esa percepción errónea de la maternidad creada por la sociedad patriarcal, a la que muchas acaban sometiéndose, aunque eso las hunda en el más profundo de sus abismos interiores, mientras continúan aferradas a la imagen de familia nuclear supuestamente ideal. A ese abismo es al que se asoma la canadiense Ashley Audrain en esta su primera novela, a través del personaje de Blythe, con el objetivo de que nos interroguemos acerca de esa idea de maternidad, o incluso paternidad, que tendríamos que reconstruir, partiendo de la base que no es lo mismo crear que criar y educar y de que no todo el mundo, por el simple hecho de tener la capacidad de crear, tiene por qué tener la capacidad ni el deseo de criar y educar, al menos no desde la idea limitada de la familia nuclear. Porque, en realidad, Blythe no rechaza la idea de maternidad en sí misma, sino la idea de enfrentarse a la maternidad ella sola, desde su diferencia, sin el auténtico apoyo de algo más que una limitada familia nuclear. A lo que se opone es a la idea de una maternidad que la cosifica, que absorbe todo su tiempo y la anula como profesional y como persona. Enlace: https://maitemateos.wordpres.. + Leer más |