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La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio Iturbe
“Hasta que no nos vimos con un trozo de pan en la mano, creímos que nos estaban llevando a la cámara de gas”
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Calificación promedio: 5 (sobre 20 calificaciones)
/Primeras páginas del libro La bibliotecaria de Auschwitz, del escritor español Antonio Iturbe.
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La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio Iturbe
“Hasta que no nos vimos con un trozo de pan en la mano, creímos que nos estaban llevando a la cámara de gas”
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La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio Iturbe
“Mengele me miró y dijo: ‘Pintora… ¿De retratos o paredes?’. ‘De retratos’, respondí. Él insistió: ‘¿Puedes pintarme uno?’. Y yo, con el corazón desbocado y un miedo terrible, dije: ‘Por supuesto'”
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La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio Iturbe
Auschwitz-Birkenau, enero de 1944. Esos oficiales, que visten de negro y miran la muerte con la indiferencia de los enterradores, ignoran que, sobre ese fango oscuro en el que se hunde todo, Alfred Hirsch ha levantado una escuela. Ellos no lo saben, y es preciso que no lo sepan. En Auschwitz la vida humana vale menos que nada; tiene tan poco valor que ya ni siquiera se fusila a nadie porque una bala es más valiosa que un hombre. Hay cámaras comunitarias donde se usa gas Zyklon porque abarata costes y con un solo bidón puede matarse a centenares de personas. La muerte se ha convertido en una industria que sólo es rentable si se trabaja al por mayor. En el cobertizo de madera, las aulas no son más que corrillos apretujados de taburetes. Las paredes no existen, las pizarras son invisibles, y los maestros trazan en el aire triángulos isósceles, acentos circunflejos y hasta el recorrido de los ríos de Europa con solo agitar las manos (…) No importa cuántos colegios cierren los nazis, les contestaba Hirsch. Cada vez que alguien se detenga en una esquina a contar algo y unos niños se sienten a su alrededor a escuchar, allí se habrá fundado una escuela. La puerta del barracón se abre bruscamente y Jakopek, el asistente de vigilancia, corre hacia el cuarto del jefe de bloque, Hirsch. Desde su rincón, Dita Adlerova mira hipnóticamente las minúsculas motas de barro. n ¡Seis, seis, seis! Es la señal que indica la llegada de guardias de las SS al bloque 31, y se organiza un revuelo de murmullos en todo el barracón… + Leer más |
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La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio Iturbe
Dita sólo hace unos días que es la bibliotecaria, pero parecen semanas o meses. En Auschwitz el tiempo no corre, se arrastra. Gira a una velocidad infinitamente más lenta el resto del mundo. Unos cuantos días en Auschwitz que convierten un pardillo en un veterano. También pueden transformar un joven en un viejo, o una persona robusta en un ser decrépito.
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La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio Iturbe
"Lo que hace la literatura es lo mismo que una cerilla en medio de un campo en mitad de la noche. Una cerilla no ilumina apenas nada, pero nos permite ver cuánta oscuridad hay a su alrededor"
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La bibliotecaria de Auschwitz de Antonio Iturbe
A lo largo de la historia, todos los dictadores, tiranos y represores, fuesen arios, negros, orientales, árabes, eslavos o de cualquier color de piel, defendieran la revolución popular, los privilegios de las clases patricias, el mandato de Dios o la disciplina sumaria de los militares, fuera cual fuese su ideología, todos ellos han tenido algo en común: siempre han perseguido con saña los libros. Son muy peligrosos, hacen pensar.
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Amanecer rojo