De conjuros y otras penas de Angela Slatter
Los recuerdos cambian, fluctúan, fermentan en nuestras mentes; nunca son los mismos cuando los sacamos que cuando los metimos allí por primera vez.
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De conjuros y otras penas de Angela Slatter
Los recuerdos cambian, fluctúan, fermentan en nuestras mentes; nunca son los mismos cuando los sacamos que cuando los metimos allí por primera vez.
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De conjuros y otras penas de Angela Slatter
Salvar a alguien conlleva ser responsable de sus acciones a partir de ese momento. Si ayudas a mantener a una persona en el mundo, todo lo bueno y lo malo que hagan siempre será en parte responsabilidad tuya.
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De conjuros y otras penas de Angela Slatter
La confianza es un cuchillo; puede herir con la misma facilidad que proteger si se le da a la persona equivocada.
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De conjuros y otras penas de Angela Slatter
Cuanto más se comparte un secreto, menos seguro se vuelve.
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De conjuros y otras penas de Angela Slatter
La confianza, queridas, es un cuchillo: puede herir con la misma facilidad que proteger si se le entrega a la persona equivocada.
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De conjuros y otras penas de Angela Slatter
Las mujeres rara vez son recordadas una vez que yacen bajo tierra; de hecho, muchas pasan desapercibidas cuando todavía la pisan.
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Masa madre y otros relatos de Angela Slatter
Hubo una vez una reina. Era hermosa como todas deben serlo, pero estaba triste como se supone que no debe estarlo. Su marido la amaba y quería tener hijos. Ella no.
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La quinta bruja de Angela Slatter
—Si se descubre que soy una mujer, mi vida vuelve a lo que era. Vuelvo a tener que malvivir para conseguir mantener a tres personas. No volveré a estar tan indefensa.
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La quinta bruja de Angela Slatter
—No las han matado porque sean prostitutas, Kit Caswell, eso no es más que una ventaja que las vuelve más fáciles de encontrar, de cazar.
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La quinta bruja de Angela Slatter
El pelo corto y su mandíbula cuadrada ayudaban a que Kit pasara por un muchacho. Un muchacho afeminado, cierto era, pero un chico al fin y la cabo, con una voz profunda para una joven, aguda para un joven y que no la traicionaba siempre que tuviera cuidado de no levantar el tono.
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La biblia de Bosque Amargo de Angela Slatter
Sí, la necesitan. Necesitan alguien que pueda fabricar un ataúd. Necesitan un lecho de muerte para mantener al difunto, para asegurarse de que no atormentan las vidas que quieren vivir a partir de ahora. Necesitan mi arte. |
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La biblia de Bosque Amargo de Angela Slatter
Los fantasmas pasan sus días provechosamente, haciendo precisamente lo que solían hacer en vida.
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La biblia de Bosque Amargo de Angela Slatter
Sus heroínas clavan cabezas en el suelo con pinchos, sirven caldo envenenado a los niños, se mueven tranquilamente entre sus parientes matrimoniales, esperando el momento oportuno para atacar.
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La biblia de Bosque Amargo de Angela Slatter
Cuentos populares y leyendas, magia y hechizos, bestiarios de criaturas que una vez estuvieron aquí y que ahora han desaparecido, historias y retazos de vidas que se han cruzado con nuestros esfuerzos, nuestros registros… y libros como estos, libros oscuros, los libros peligrosos, los libros que algunos quemarían pero que nosotras guardamos porque el conocimiento, todo el conocimiento, es demasiado importante para perderse.
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La quinta bruja de Angela Slatter
A lo mejor, pensó Kit con sequedad, había llegado el momento de adoptar todo el abanico de señas de identidad del comportamiento viril: escupir en la calle, eructar después de comer y tirarse pedos con entusiasmo en habitaciones pequeñas sin ventilación.
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Masa madre y otros relatos de Angela Slatter
Podrías pensar que convertirse en polvo nivelaría a todos los ciudadanos, anularía todas las disputas entre clases sociales y las tornaría fútiles, pero no. Incluso aquí la gente compite por su estatus.
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Masa madre y otros relatos de Angela Slatter
Los muertos, me dijo cuando tuve la edad necesaria para entenderlo, te causan muchos menos problemas y rara vez quieren algo a cambio.
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Masa madre y otros relatos de Angela Slatter
El dolor no le molestaba, porque estaba dando vueltas sobre su propia vida, convirtiéndose en un cuento, su propio cuento de sangre y carne y hueso, y ella resistía porque los huesos recordaban todo. Ellos serían quienes la convocarían de nuevo.
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¿Qué medida tomó el profesor Snape para proteger la Piedra Filosofal?