¿Eres consciente de las pequeñas decisiones que has ido tomando a lo largo de tu vida y que te han puesto en un camino u otro? ¿O lo dejas todo en mano del destino? Entonces, se me ocurre otra pregunta ¿somos absolutamente dueñas de nuestro destino? Creo que ocurre lo de siempre: depende de dónde partimos cada una de nosotras. “Sí, esa era la diferencia más importante, las posibilidades, las alternativas, todas esas puertas todavía abiertas”. De aquí parte esa frustración, ese enfado y esa rabia cuando creemos que hemos escogido el camino equivocado o que podríamos haber hecho unas cosas u otras sin darnos cuenta de las circunstancias. Y, tras esto, a veces pasa que nos conformamos y sólo soñamos. Aquí se encuentra Eva. Es una lectura con un golpe de realidad que, hacía el final, también me hizo pensar que lo cotidiano no es tan terrible. Porque es lo nuestro. Nuestro mundo. Eso que hemos ido consiguiendo, lo conquistado día a día. Sacarle el jugo a lo que tenemos, pensar que podríamos haber sido totalmente distintas a las personas que somos hoy en día o que no nos rodearíamos de las personas que nos acompañan. Que el tiempo va poniendo todo en su lugar, dando respuestas. Cuánto esconde “La conformista”: el incendio tras la rabia de la rutina que puede llegar a oprimir. El miedo a perder lo conquistado. Las dudas del día a día. La calma que da el paso del tiempo, la estabilidad, el confort que costó tanto conseguir. Creo que Eva y Pere conquistaron la calma. + Leer más |