La Navidad de los ambulantes de A. M. Lara Ríos
—Cuando nos mezclamos entre gente pudiente, si tienen bolsos y cualquier pertenencia de valor, se lo guardan sin disimulo —relató James con calma—. A veces les decimos que no tienen que temer por nosotros, aunque otras nos rendimos y nos vamos de su lado sin mediar palabra para evitarles el apuro. Es por gente como tú —a quienes tampoco juzgo porque comprendo que la necesidad os arrastra a perpetrar esas fechorías— por lo que esos ignorantes relacionan pobreza con delincuencia. Por eso nos mantenemos firmes a unos principios, porque creemos que llegará el día en el que a los pobres nos diferencien entre honrados y violentos. Creo en tu arrepentimiento porque te vamos conociendo. Nos hemos topado con bandidos y tú no eres uno de ellos. Todo el mundo tiene derecho a un pasado y a no responder por él cuando quiere redimirse.
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