El Juego del Bosque de Philip Le Roy
Fanny siempre se había burlado de las personas a las que no les gustan los relatos de terror. Le parecía que la gente no entendía la diferencia entre tener miedo y pasar miedo, entre una amenaza tangible y una ficción. A Fanny le gustaba lo que ella llamaba el "buen miedo", igual que le gustaba reírse, las dos emociones más potentes, que sacaban al ser humano de su siniestra apatía y de su triste conformismo. ¡Qué bueno era un susto cuando bastaba con cerrar los ojos para sentirse segura otra vez!
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