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El puente de Clay de Markus Zusak
para él no había victorias, ni derrotas, ni tiempos, ni dinero al llegar a la meta. por mucho que trataran de contenerlo, era incontenible. Por mucho daño que le hicieran, no podían hacerle daño. O, al menos, no el suficiente.
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Cartas cruzadas de Markus Zusak
Es curioso lo silencioso que parece todo cuando miras a la gente desde lejos. Es como ver una película muda. Imaginas lo que dicen. Observas cómo se mueven sus labios e imaginas el sonido de sus pies al chocar con el suelo. Te preguntas de qué están hablando y hasta qué están pensando.
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La ladrona de libros de Markus Zusak
En conjunto todo daba como resultado cierto grado de satisfaccion que iba acumulandose hasta rozar eso que suele llamarse “ ser feliz
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La ladrona de libros de Markus Zusak
Cuando Liesel dejó de llorar y se levantó, Rudy le pasó el brazo por el hombro, como solo lo hace el mejor amigo y siguieron caminando. No hubo petición de beso ni nada por el estilo. Considéralo adorable si te apetece.
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La ladrona de libros de Markus Zusak
- ¿Le hablabas de mí? Ella no pudo responder enseguida. Tal vez fue la súbita sacudida amorosa que sintió por él. ¿O habría sido así siempre? Era probable. Privada del habla, deseó que la besara, que la agarrara de la mano y la atrajera hacia él. No importaba dónde. En la boca, en el cuello, en la mejilla. Tenía toda la piel libre para él, a la espera. |
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La ladrona de libros de Markus Zusak
Como un tren nocturno llegando a su hora a la estación, tirando de los recuerdos que lleva atados a una cuerda, tras mucho arrastrar y traquetear torpemente.
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La ladrona de libros de Markus Zusak
El cielo parecía un caldo hirviendo, en plena agitación, un poco requemado.
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La ladrona de libros de Markus Zusak
Las palabras son vida. Si tus ojos pudieras hablar, ¿qué dirían?
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La ladrona de libros de Markus Zusak
De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación
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La ladrona de libros de Markus Zusak
Me maravilla lo que los humanos son capaces de hacer aunque estén llorando a lágrima viva, que sigan adelante, tambaleantes, tosiendo, rebuscando y hallando.
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La ladrona de libros de Markus Zusak
No sé por qué los moribundos siempre hacen preguntas retóricas. Tal vez sea para morir satisfechos de haber acertado.
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La ladrona de libros de Markus Zusak
La ladrona de libros fue a cambiarse. Se puso el uniforme de las juventudes Hitlerianas y, media hora más tarde, salieron de casa hacia el cuartel general de la BDM. Desde allí los niños irían a la plaza, cada uno con su grupo. Se pronunciarían discursos. Se encendería una hoguera. Se robaría un libro. |
La ladrona de libros de Markus Zusak
A su izquierda, tal vez a su derecha, incluso puede que al frente, hay una pequeña habitación a oscuras. Allí espera sentado a un judío. Apesta. Esta famélico. Esta asustado. Por favor, intenta no apartar la vista. |
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La ladrona de libros de Markus Zusak
créeme, el mundo es una fábrica, el sol lo remueve, los humanos lo gobiernan y yo soy la que persevera. Me los llevo.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?