Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Dicen que hay un lugar del desierto en el que el espíritu de las mujeres y el espíritu de los lobos se reúnen a través del tiempo.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Dicen que hay un lugar del desierto en el que el espíritu de las mujeres y el espíritu de los lobos se reúnen a través del tiempo.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
En su infancia, Opal Whitely escribió estas palabras acerca de la reconciliación con el poder de lo salvaje: Hoy hacia el anochecer me adentré un poco con la niña ciega en el bosque donde todo es sombra y oscuridad. La acompañé hacia una sombra que venía a nuestro encuentro. Le acarició las mejillas con sus dedos de terciopelo y ahora a ella también le gustan las sombras. Y el miedo que tenía se ha ido. |
Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Las mujeres aprenden a buscar al depredador en lugar de intentar alejarlo, dejarlo de lado o ser amables con él. Aprenden los trucos, los disfraces y los medios que se inventa el depredador. Aprenden a «leer entre líneas» en los mensajes, las invitaciones, las expectativas o las costumbres nacidas de la manipulación de la verdad.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Nuestra misión es captar el momento más oportuno para ambas cosas; para dejar que muera lo que tiene que morir y que viva lo que tiene que vivir.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Esta es la reacción al exilio. Cuando una mujer recurre a una conducta compulsiva y repetida -repitiendo una y otra vez un comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una prolongada vitalidad- para aliviar su exilio, lo que hace en realidad es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial y, en cada una de sus incursiones, se produce nuevas heridas.
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Clarissa Pinkola Estes
Amar significa permanecer al lado de alguien. Significa salir de un mundo de fantasía y entrar en un mundo en el que es posible el amor duradero, cara a cara, hueso a hueso, un amor hecho de afecto. Amar significa quedarse cuando todas las células gritan: «¡Echa a correr! ».
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Clarissa Pinkola Estes
Confío en que salgas y dejes que te ocurran cuentos, es decir, vida, y que trabajes con estos cuentos de tu vida -la tuya, no la de otra persona-, que los riegues con tu sangre y tus lágrimas y tu risa hasta que florezcan, hasta que tú misma florezcas. Ésta es la tarea. La única tarea.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Casi todas las mujeres pueden percibir el más mínimo cambio en el humor de otra persona, pueden leer rostros y cuerpos -con eso que se llama la intuición- y, por medio de un sinfín de minúsculas claves que se unen para facilitarle información, adivinar lo que encierran las mentes. Para utilizar estos dones salvajes, las mujeres tienen que permanecer abiertas a todo. Sin embargo, esta misma apertura hace que sus límites sean vulnerables y les deja expuestas a las lesiones del espíritu.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Tanto si uno tiene miedo como si no, el hecho de dejarse conmover por el alma salvaje de otra persona constituye un profundo acto de amor. En un mundo en el que los seres humanos tienen siempre tanto miedo de «perder», hay demasiadas murallas protectoras que impiden la disolución de las personas en la numinosidad de otra alma humana.
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Muy a menudo herimos a los demás en el mismo lugar donde nosotras hemos sido heridas o muy cerca de él.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
La frialdad significa el final de cualquier relación. Si quieres matar algo, muéstrate fría. En cuanto los sentimientos, los pensamientos o las acciones se congelan, ya no es posible la relación. Cuando los seres humanos quieren abandonar algo que llevan en sí mismos o dejar a una persona fuera, en medio del frío, procuran no prestarle atención, cancelan las invitaciones, la excluyen, se desvían de su camino para no tener ni siquiera que oírla ni vería.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Hay veces en que hay que temblar y correr, y hay otras en que no es necesario hacerlo.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
(...) para poder descubrir los antiguos caminos que conducen al inconsciente, nos vemos obligadas a menudo a luchar contra el demonio disfrazado de mandatos culturales, familiares o intrapsíquicos que devalúan la vida del alma de lo femenino salvaje.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Aunque habrá cicatrices, y muchas, por cierto, es bueno recordar que, por su resistencia a la tracción y su capacidad de absorber la presión, una cicatriz es más fuerte que la piel.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Los grandes poderes ponen a prueba a los seres humanos para averiguar si ya han aprendido a reconocer la grandeza del alma en todas sus múltiples formas. La Mujer Salvaje se presenta con muchos tamaños, colores, formas y condiciones. Debemos permanecer atentas para poder reconocer el alma salvaje en todos sus múltiples disfraces.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Todos hemos cometido el error de pensar que otra persona nos puede curar, emocionar o llenar. Se tarda mucho tiempo en averiguar que no es así, sobre todo porque proyectamos la herida fuera de nosotros en lugar de curarla dentro de nosotros.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Si queremos amar, por muy grandes que sean nuestro temor y nuestro recelo, estaremos dispuestos a desenredar los huesos de la naturaleza de la Muerte y a ver qué es lo que ocurre. Estaremos dispuestos a tocar lo que no es bonito en otra persona y en nosotros mismos.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
¿Cómo influye la Mujer Salvaje en las mujeres? Teniéndola a ella por aliada, jefa, modelo y maestra, vemos no a través de dos ojos sino a través de los ojos de la intuición, que tiene muchos. Cuando afirmamos nuestra intuición somos como la noche estrellada: contemplamos el mundo a través de miles de ojos.
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Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
Prefacio Todos sentimos el anhelo de lo salvaje. Y este anhelo tiene muy pocos antídotos culturalmente aceptados. Nos han enseñado a avergonzarnos de este deseo. Nos hemos dejado el cabello largo y con él ocultamos nuestros sentimientos. Pero la sombra de la Mujer Salvaje acecha todavía a nuestra espalda de día y de noche. Dondequiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas. |
Mujeres que corren con los lobos de Clarissa Pinkola Estes
La depredación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?