Venatrix I: Las cuatro Jinetes del Apocalípsis

Si Rolando ha conseguido enternecerme y reflexionar con “ La Bici que vuela”, con “ Venatrix “ ha conseguido emocionarme, sin tiempo para la reflexión, esa quedó para el final de esta entrega inicial de una saga, donde no hay fantasía, pero si una gran dosis de ficción imitando a la vida.
Ha conseguido novelar los hechos cotidianos de un noticiero cualquiera y, de manera clara, con un lenguaje ligero y directo , plasma una historia que se deja contar y que acapara mi atención.
Una historia de poder, en ambos extremos de la misma ; ambición y violencia que llevan a la desolación, la amargura , la ira y su hija , la venganza. Pero además una historia de resiliencia, el pequeño botón que muestra la desigualdad de un sistema horizontal en el ámbito de los géneros y la injusticia de un sistema vertical que solo alcanza a los que quedan abajo.
Y para equilibrarlo solo se puede aludir a la injusticia y la desiguladad
Una abogada, cuatro reclusas, un héroe fortuito, enfrentados a un sistema legal que escapa de la ley y un hombre que desde el aparente anonimato domina todas las esferas, en el medio siempre habrá daños colaterales, aunque no siempre víctimas inocentes.
Y las cazadoras siguen siendo presas...de su ansia de revancha, de sus circunstancias, de sus secretos, que no lo son tanto ... a veces aunque la jaula sea de oro...
Venatrix ha liberado a los cuatro jinetes del Apocalipsis...pero nunca llegan solos.
Ningún hombre vive para siempre, pero la maldad humana es infinita ...al igual que la esperanza.