La memoria elige sus cartas de la baraja, las intercambia y, a veces, hace trampas.
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La memoria elige sus cartas de la baraja, las intercambia y, a veces, hace trampas.
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Adriana estaba demasiado lejos de la muerte como para presagiar la, al igual que todos los jóvenes, confiaba en la eternidad de sus padres.
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Adriana se creía un ángel con la espada, pero era un ángel descuidado y hería incluso por error. Si no hubiera aparecido, quién sabe, todo lo demás podría no haber sucedido
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"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo" ¿El personaje de qué libro está hablando?