Coger un libro de Victor del árbol implica varias cosas: 1- Que sabes de antemano que vas a disfrutar de su impecable pluma, sus tramas y sus personajes 2- Que vas a sufrir porque sus historias están impregnadas de una crudeza que he visto en pocos autores 3- Que necesitas atención plena para no perderte y captar hasta el último detalle Y es como sabéis los que hayáis leído a este autor, sus historias son intensas, llenas de realismo y con finales que dejan todo bien atado. La historia comienza con una especie de diario o cartas de Diego Martín dirigidos a un receptor desconocido, estos escritos nos acompañarán a lo largo de todo el libro alternándose con capítulos contados por un narrador omnisciente. Hay un asesinato, pero no vamos a encontrar una trama policial, lo que vamos a conocer es la historia de una familia y los acontecimientos que viven a lo largo de tres generaciones distintas vistos a través de los ojos de los hombres de la familia. Las diferentes vivencias a su vez se entretejerán para componer el mapa que nos guía hasta el por qué. La historia de Diego, no es solo de Diego porque queramos o no, estamos hechos de trocitos de nuestros antepasados, de nuestros padres y abuelos y las mochilas que ellos llevaban a la espalda. Secretos, venganzas, resiliencia, familia.. todo esto y mucho más vais a encontrar en las poco más de 400 páginas de esta novela. Si no habéis catado al autor os lo recomiendo encarecidamente, sus historias merecen mucho la pena. ¡Ah! Y mencionar el final de la novela, un digno cierre para una historia que merece ser leída. |