Noticias del Imperio

Me cuesta trabajo clasificar este libro cono novela, en él encuentro cuento, ensayo, crónico, análisis, y sí, novela.
Si bien las partes donde habla Carlota son complicadas de leer, es para mí el punto culmen de la prosa de Fernando del Paso, al lograr plasmar en papel el lenguaje de una “loca”. El delirio absoluto en el que el orden y el desorden se encuentran. Y en esa lluvia (o tormenta) de ideas delirantes no deja caer, en forma estrepitosa, una lección de historia, tanto de México como universal.
Es un libro que me hizo leer muchísimo fuera de sus páginas, de esos que me gustan, que me ponen a investigar, que me inquietan.
Son de los libros que te hacen cambiar de perspectiva. Que reivindica a Maximiliano, y baja del pedestal a Juárez, sin que tampoco lo condene. Es imparcial, no hay héroes, hay seres humanos, con sueños, ambiciones, con cosas positivas y lados obscuros.

Un libro retador por su estructura y narración. Cuenta la historia efímera del Segundo Imperio mexicano y la suerte de sus emperadores: Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica.

Estructurado en dos series alternativas de capítulos, por un lado, los monólogos de la anciana emperatriz Carlota recluida en el castillo de Bouchout en 1927, moribunda y loca, conjugando en todos los tiempos posibles del verbo la historia: “el Imperio que fue, el Imperio que será, el Imperio que pudo haber sido, el Imperio que es”, y por el otro, se narra cronológicamente la sucesión de eventos históricos del Segundo Imperio mediante una serie heterogénea de narradores y puntos de vista. Un libro que a pesar de su complejidad no tiene desperdicio.

Esta novela recuperó la figura de la emperatriz Carlota II de México ,la sacó del olvido y la trajo a la cultura popular. El primer capítulo ya es de los mejores comienzos de la literatura nacional.Quizá a veces torne lento,pero siempre se aprenden datos. Muestra la crueldad de las tropas francesas y narra es establecimiento y derrumbe del Imperio. de las mejores novelas históricas del país y de las que han generado mayor trascendencia.

Fernando del paso, gran escritor mexicano, (pintor ademas, )que hizo una exploracion de multiples tecnicas literarias, de las cuales se vale en esta maravillosa obra biografica de los protagonistas del segundo imperio mexicano, Carlota y Maximiliano, con una tecnica narrativa que acompaña muchas veces del humor, otras de lo anecdotico, y del pensamiento de terceros, asi como de lo que pudiera considerarse vox populi, sin quedarse en la simple narracion monologica aporta datos interesantes, poco conocidos u ocultos deliberadamente, para seguir los pasos de los emperadores, a traves de su historia en general, de quienes los rodearon, los buscaron los odiaron y amaron, ademas de todos aquellos que solo los vieron como un instrumento para consolidar o consolidarse de alguna manera en pro de ser juzgados o condenados por la historia,
Un libro extenso, un amplio ejercicio literario tanto para el lector , como lo fue para el ganador del premio Cervantes en 2015
Fernando del Paso sin duda un icono de las letras mexicanas

Esta obra, “grotesco melodrama personal de sombría grandeza”, es una novela polifónica estructurada con una alternancia de capítulos entre el monólogo melancólico, amargado y trastornado que Carlota de Bélgica, Emperatriz de México, le dirige a Maximiliano, su marido difunto, y el relato histórico donde el armazón de fechas y gestas, narrado por una multitud de voces, es rellenado con corazón y vísceras, ambiciones y frustraciones, traiciones y heroicidades, humor y sexo, y mucha degeneración aristocrática de esa forma tan fascinante que es la prosa de Fernando del Paso.

Pero junto a todo ello hay también una parte ensayística cuyo objeto es, por un lado, poner en solfa el pretendido objetivismo histórico, y, por otro, cuestionar algún que otro dato concreto que parece estar de modo incuestionable en los altares de la tradición histórica mejicana e incluso reivindicar en cierta forma la figura de Maximiliano, monarca de corte liberal y laico que quizás no le hubiera ido del todo mal a aquel Méjico, como a nosotros nos hubiera ido seguramente mejor si la guerra de la independencia no hubiera sido tal. Y digo “pero” porque toda esta parte a mí me sobra: una particular cuestión de gusto.

Prefiero al del Paso que ya encontré en "Palinuro de México" , el autor exuberante, lírico, que aglutina decenas de datos, cientos de anécdotas, miles de cuentos paralelos, en oraciones subordinadas dentro de oraciones subordinadas que forman ese caudaloso río en el que me gusta dejarme mecer por esas aguas que corren rápidas y serpenteantes. Elijo al del Paso pasional, amante juguetón del deseo, del erotismo y hasta de lo escatológico, y al que, entre tanto drama palaciego y bélico, es capaz de intercalar episodios de irónico y perverso humor que consiguen distender el discurso sin traicionarlo. Me quedo con el del Paso metafórico, imaginativo, barroco, intenso, el autor que desborda moldes, que reinventa el lenguaje, que se divierte y nos divierte a uno y otro lado del exceso, el libérrimo, el irreverente, el lujurioso, el genio... bueno, quizás “genio” sea una palabra muy grande, la acortaré un poco: el ingenio.

Fernando del Paso es un autor versátil y amante de un mundo de posibilidades. En esta obra nos encontramos con un episodio de la historia de México fascinante y lleno de polarizaciones.

La narrativa atrapa de lleno con un lenguaje vasto y bien colocado. Los personajes están tan bien construidos que vives cada emoción en propia piel.