Erec y Enide

...pues dolor que se expresa por la boca de nada vale si al corazón no toca.

Muy cierto es que la mujer se enorgullece cuanto más se la quiere y alaba, pero quien la humilla y la maltrata, ése la encuentra mejor con más frecuencia.

Bien me debería tragar la tierra, pues el mejor de los caballeros, el más valiente, y el más fiero, el más leal y el más cortés de cuantos hubo entre condes y reyes, ha abandonado toda caballería por mi culpa. Bien cierto es que lo he deshonrado, por nada del mundo querría haberlo hecho.

La doncella tuvo más valor gracias al amor que hay en los dos: de nada se acobardó, todo lo permitió, aunque le resultara penoso; antes de levantarse perdió el nombre de doncella: por la mañana era una dama novel.

La misma Naturaleza se maravilló más de quinientas veces por haber podido hacer una criatura tan bella de una sola vez; pero luego no pudo evitar afligirse por no poder volver a hacer, de ningún modo, otra semejante.