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81 años han pasado desde que nos dejara Zweig, y a día de hoy sigue dándonos lecciones de humanidad y empatía. Su rica prosa no defrauda, cada libro que leas de él te conectará mucho más a su obra. Sus descripciones detalladas de objetos, paisajes, personas, momentos...., sus frases largas, su manera de transmitir sentimientos y la idiosincrasia de cada época le hacen un autor testimonial y único, en una época frívola, desenfadada, despreocupada, donde todavía no se cernía el fantasma de la II Guerra Mundial. La capacidad de este autor para meterse en la piel de las mujeres y hacer una obra en base a sus vivencias y sentimientos, le da mucho mérito, nos pone en bandeja temas que a día de hoy siguen vigentes, prueba de que hemos evolucionado socialmente poco en el tema feminista. Aborda otros temas como las obsesión por el juego, enfermedad que forma parte de la trama de la novela, dejando páginas llenas de desgarro, ansiedad y angustia que te harán sufrir por el destino de los personajes. |
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