Diarios

Acercarse a los diarios de un escritor es asomarse a su intimidad. Este volumen es un complemento otro libro El mundo de ayer. Memorias de un europeo. Aunque abarca desde 1912 hasta 1940, en realidad Zweig se dedicó a escribir sus Diarios solo durante determinadas épocas, abandonándolos durante años, para volver a retomarlos tiempo después.

Los escritos de los años 1912 y 1913 están dedicados sobre todo a sus relaciones sociales, su viaje a París y a su miedo a la página en blanco. Es a partir de 1914, con la llegada de la Primera Guerra Mundial, su diario cambia radicalmente. Los escritos de esta época oscilan entre la simpatía a la causa de las Potencias Centrales y el rechazo absoluto a la criminal masacre que se estaba perpetrando en los campos de batalla de toda Europa. Solo la amistad con el escritor Romain Rolland le aporta serenidad para seguir adelante. A finales de 1914, el escritor está horrorizado con las dimensiones que ha adquirido un conflicto que amenaza con durar años.

Los años veinte son un paréntesis en sus diarios, pero cuando los retoma, en los años treinta, lo encontramos pesimista, siente que la guerra se volverá a producir en Europa. El escritor lee periódicos aunque, como hombre de letras, disfruta de viajes de promoción a lugares como Nueva York o Brasil. El estallido de la Segunda Guerra Mundial le da la razón. Zweig está convencido de la superioridad militar de Alemania y de su inevitable victoria. En la última entrada del 19 de junio de 1940, el escritor se prepara para embarcar hacia Brasil. Conocemos el final.

Un gran libro que nos ayuda a conocer mejor tanto al autor como ese periodo de la historia tan terrible.