Segundo caso para el inpector Kett en la que tendrá que descubrir el misterioso y v brutal asesinato de una joven a manos de lo que parece una bestia. Al inspector Kett lo conocimos en su anterior novela Sin rastro y es un personaje carismático, amable y que lejos de arrastrar traumas ya leídos hasta la saciedad, (y razones no le faltan), derrocha ironía, profesionalidad y sobre todo un sentido muy arraigado de la legalidad y el buen hacer. Este nuevo caso sigue jugando con unos personajes muy humanos, una trama que sin ser la más original que vamos a encontrar es de esas que te sigue apeteciendo seguir hasta la última página, sobre todo porque Alex Smith utiliza un lenguaje nada artificioso, con diálogos razonables y siempre añadiendo un toque de ironía y humor un poco negro, mientras lleva a su detective a desenmascarar a quien esté detrás del brutal asesinato de esta chica y que traerá además otros macabros hallazgos. Una novela que se lee rápidamente y que mantiene como en la anterior esa faceta de padre a cargo de sus tres niñas mientras aún no hay pistas del paradero de su esposa desde que ésta desapareciera misteriosamente, creando algunas situaciones cuanto menos peculiares pero que ayudan a pasar un rato entretenido con una historia que gustará sin duda a aquellos que se inician en las novelas de misterio e intriga y que será como un bálsamo de tranquilidad entre historias y tramas más elaboradas para quienes ya estamos versados en el tema de la novela negra y el thriller. Enlace: https://www.sirmactres.com/2.. + Leer más |