El mercader de libros

Me enfrento a una de las reseñas que más me ha costado hacer. Llevo semanas dándole vueltas y, sinceramente, no sé de qué manera encararla. Y no es porque no me haya gustado el libro, al contrario, es porque me ha gustado tanto que no sé como describirlo.

En esta aventura viajamos de la mano de Thomas Babel por toda Europa hasta llegar a Sevilla. A consecuencia de un incidente sucedido con su padre debe salir huyendo de Augsburgo. Durante su huida se topa con todo tipo de personajes, cada cual con su conciencia y moralidad. Uno de estos personajes le encuentra trabajo en una imprenta por lo que nuestro protagonista desarrolla aun más pasión por los libros ( y digo aun más porque de niño ya le gustaban). Poco a poco, durante la historia vemos como la invención de la imprenta hace que los libros sean más cercanos al pueblo cosa que es tomada como cierta amenaza por las clases altas ya que los libros dejan de ser exclusivos para la aristocracia y el clero

A la llegada de nuestro protagonista a Sevilla tenemos la posibilidad de conocer esta ciudad en todo su esplendor. Siendo esta la única via de entrada y salida hacia el Nuevo Mundo se nos muestra uns Sevilla de contrastes, donde vemos mucho poder pero donde encontramos, a su vez, mucha miseria. A mi, personalmente, me ha encantado conocer a través de este libro esa ciudad en el siglo XV por la que siento debilidad. Por ello debo reconocer al autor la gran labor de documentación para haberla descrito tan a la perfección.

Podemos decir que el tema principal de la novela son los libros y a lo largo de ella nos encontraremos con varios momentos con unas reflexiones sobre ellos muy buenas.

Y como no sé de qué manera continuar toda esta reseña sin caer en el spoiler solo me queda invitaros a que os leáis la novela y la disfrutéis tanto como lo he hecho yo.