Mañana, y mañana, y mañana

La historia de San y Sadie se remonta a cuando eran niños, donde en el episodio más oscuro de sus vidas se tuvieron el uno al otro, el motivo de que se juntasen es que ambos tenían pasión por los videojuegos. Pero luego todo cambio y dejaron de tener relación. Una tarde, muchos años después, el destino quiso que volvieran a encontrarse y decidirán desarrollar juntos un videojuego, cosa que les llevará a hacerse un nombre dentro de este mundillo.

Tengo que decir que esta historia es simplemente maravillosa, la he disfrutado como pocas. Cómo ya casi todos sabéis a estas alturas me encantan los videojuegos, su historia y todo lo relacionado con ellos, y en esta novela se nota también que a Gabrielle le apasiona esto tanto o más que a mi!!!

Es una novela de personajes, en el que vamos viendo el desarrollo tanto de su vida personal y profesional como de su relación, relación que seguramente no sea como os la estáis imaginando. Una relación de amistad llevada al máximo nivel, muy compleja y bastante turbulenta. Me ha encantado que sea tan realista, ya que en sus páginas podemos ver que su relación se resiente por cosas que muchas veces pasan en nuestro día a día. Pero no os penséis que solo están Sam y Sadie, porque este libro tiene unos personajes secundarios realmente carismáticos.

Me ha costado muchísimo despedirme de todos ellos y la narración de la autora es una maravilla, aunque en algún momento decidio romperme el corazón y me hizo llorar muchísimo.

El trabajo de documentación de la historia es muy muy bueno, tomándose licencias que te explica la autora al final del libro, pero dándote un buen recorrido por la historia de los videojuegos.