No cabe duda: la infamia, si ocurre por la noche, es más infame. Para muestra estos breves y alucinantes relatos que narran las más terribles maldades, zozobras y vilezas noctámbulas. La risa cínica, el desmadre y el tormento que deambulan por estas páginas te atraparán y te robarán la calma. Aquí tienes un inquietante puñado de veladas nefastas que te las puedes inyectar por los ojos en un solo desvelo.