Memorias de una novelista

Mientras espero el momento mi siguiente gran aventura woolfiana (creo que será ‘Orlando') me entretengo con pequeñas y maravillosas pildoritas que me ayudan a ir completando mi bingo particular de leer toda la obra de Virginia.

‘Memorias de una novelista' es un relato muy corto (originalmente publicado junto a otras cuatro historias breves) donde se nos presenta un juego narrativo super interesante. A partir de la voz de un narrador sin nombre conoceremos a dos mujeres (ambas ficticias, aunque no lo parezca), la recientemente fallecida autora la señorita Willatt y su gran amiga, la señorita Linsett, quien se convirtió en su biógrafa. 
 
A partir de esta premisa, vemos como Virginia Woolf ya empieza a jugar y experimentar con algunos de los temas y formatos con los que acabaría consagrándose como una de las mejores autoras de la historia, como el papel de la mujer en la sociedad (y en la literatura), las relaciones entre mujeres y las biografías ficcionadas. No debe perderse de vista que estamos ante un texto de juventud, escrito en un momento donde Virginia aún solo había publicado ensayos y otros textos de no ficción. Sin embargo y a pesar de su brevedad, retrata perfectamente a dos mujeres, y lo hace con un estilo limpio y una mirada crítica que nos regala unas perlitas la mar de interesantes.
 
Así, en este libro se nos cuenta la vida de una escritora fallecida, la señorita Willatt, principalmente a través del análisis de la biografía escrita por su amiga (la señorita Lissett) y el contexto en el que esta se escribió. Y es que… la señorita Willatt nunca quiso que se hablara de su vida, sin embargo, la acabaron convenciendo. Woolf pone elegantemente (pero nada sutilmente) en evidencia las claras limitaciones de las biografías habituales en su tiempo, su enfoque, aproximación… y también unas reflexiones de corte ético y que no pocas veces me han hecho tenerme cuando leo compilaciones de cartas, diarios y biografías: ¿hasta qué punto tenemos derecho a hurgar así en la intimidad de alguien (por mucho que le admiremos o nuestro fin sea solo adquirir conocimiento)?
 
Además, lanza unas cuantas meditaciones sobre si es posible conocer a alguien a través de lo que otras personas recuerdan u opinan. También, algo que me parece super relevante plantearse, incluso a día de hoy ante una biografía: ¿cuál es el objetivo del biógrafo?
 
Cuando lees a Woolf, y te obsesionas con ella (cómo no hacerlo), se vuelve complicado no ver guiños autobiográficos en cada texto y aquí, me ha vuelto a pasar; de la misma forma que también he visto algunas ideas que luego retoma y desarrollará en ‘Una habitación propia'.
 
Un texto inteligentísimo, pero suuuuuper asequible, este si que si, perfecto para empezar con Woolf, porque se os quitará el miedo de un plumazo, al tiempo que se entra en contacto con algunos de sus temas predilectos.
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