La novela, escrita de corrido sin capítulos divisorios, narra un día en la vida de Clarissa Dalloway y los preparativos de una fiesta que tendrá por la noche. La narrativa de Woolf es compleja porque va de un personaje a otro sin usar siempre un narrador en tercera persona, sino saltando entre los pensamientos de los diversos personajes (flujo de consciencia) y tiempos. Pero permite adentrarse en los personajes y su complejidad: los efectos de la guerra para la mente de los combatientes y perspectivas feministas, por ejemplo. A pesar de que parece no acontecer nada, la profundidad de los personajes y sus diálogos internos le brindan al libro un nivel bastante complejo que dan ganas de releer debido al ritmo y a la fluidez del texto a pesar de no tener pausas.
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