Un clásico que vale la pena leer y releer: Dos mentirosos, dos muchachas medio atolondradas, una señora muy interesada en el futuro de su hija y una asistente con un pasado confuso. Podría ser el libreto de una telenovela de la tarde. Pero no: Wilde lo da vuelta para hacernos sonreír a cada palabra y no dejarnos soltar el libro hasta que llegamos al punto final. Quienes, como yo, se resisten a leer Teatro, no se asusten. Vale la pena el esfuerzo. Una pequeña maravilla. |