El retrato de Dorian Gray

A estas alturas, creo que El retrato de Dorian Gray no necesita demasiada representación, pues su historia forma ya parte de la cultura popular e incluso aunque uno no se haya leído el libro, sabe perfectamente de qué trata.

Basil Hallward es un artista que queda prendado de la belleza de Dorian Gray, un joven al que acaba de conocer y que se convierte en una especie de musa para él. Tal es su encaprichamiento que le pinta un retrato magnífico y totalmente fiel a su figura. Un día le hablará de este joven a Lord Henry, un amigo suyo, y este quedará tan interesado por Dorian Gray que insistirá en conocerlo, acudiendo así a una de las sesiones de pintura. Dorian pronto se sentirá cautivado por Lord Henry y, sobre todo, por su discurso hedonista, en el cual ensalza la belleza y la juventud, asegurando que es lo único que merece la pena y animando a Gray a que se aproveche de ello antes de marchitarse. El discurso amoral de Lord Henry cala hondo en el muchacho y decide seguir su consejo, deseando con todas sus fuerzas permanecer siempre igual de joven y guapo. de alguna manera su petición se cumple y el retrato que le pinta Basil comenzará a envejecer y a sufrir los excesos que comete Dorian, manteniéndose este con el mismo aspecto desde el día en el que el cuadro terminó de pintarse.

Antes de leerme el libro, me vi la película del 2009 y lo cierto es que me encantó, por lo que nunca había tenido demasiado interés en leerme la novela. Es por esto que también he encontrado bastantes diferencias entre la adaptación y el original y, sin que sirva de precedente, debo decir que disfruté más de la película que de la novela.

Mi "problema" con esta novela es que Oscar Wilde se centra mucho en los diferentes discursos de los personajes, en su forma de ver la vida, de afrontar las consecuencias de sus actos, en cómo juzgan los comportamientos de los demás, las distintas perspectivas de lo que es para ellos la moralidad, qué es lo bueno y lo malo, las zonas grises... El retrato de Dorian Gray empieza muy bien, presentándonos a los personajes principales (Basil, Lord Henry y Dorian), incidiendo especialmente en su perfil psicológico y en su creencias. Los primeros capítulos avanzan a buen ritmo, introduciéndote en la historia y creándole curiosidad al lector por ver cómo poco a poco el inocente Dorian se transforma en un joven descarado, que sigue al pie de la letra las "enseñanzas" de Lord Henry y se dedica a aplicar su discurso puramente hedonista, llegando incluso mucho más lejos que el propio Henry pues Dorian cuenta como aliados con su belleza y su juventud. Sin embargo, a partir del momento en el que Gray vende su alma y esta queda atrapada en el cuadro, para mí la lectura decae. El ritmo se hace mucho más pesado y lento porque Oscar Wilde se pierde en la retórica de los discursos filosóficos y morales y, aunque al principio se me hacía interesante ver lo que opinaban los distintos personajes, pronto se me hizo tedioso e incluso repetitivo. Además de eso, yo me esperaba una narración mucho más oscura y tétrica, ya que así era la atmósfera creada en la película, pero en este aspecto se me quedó corta, ya que, al final, el cuadro maldito es más bien una excusa para hablar sobre moralidad y para usarlo como castigo hacia Dorian por vivir al límite, sin preocupaciones y sin hacerse responsable de sus actos.

En cuanto a los personajes, no me esperaba que hubiera un fuerte subtexto casi erótico entre Basil y Dorian, pues en el libro se nota bastante (o al menos a mí me lo parece) la poderosa atracción que ejerce el muchacho en el pintor. Aunque él insiste en que solo le ve como su fuente de inspiración, claramente su pasión por Dorian no es solamente platónica e incluso se pueden apreciar ciertos celos por su parte cuando Lord Henry acapara toda su atención. Lord Henry me parece un hombre repulsivo, pero al fin y al cabo es el reflejo de un hombre adinerado que lo tiene todo en la vida y que gracias a su fortuna y a su estatus puede permitirse hacer lo que le dé la gana sabiendo que sus actos no tendrán repercusiones, como sucede con cualquier hombre millonario. Por último tenemos a Dorian que, junto con Lord Henry, para mí es el personaje mejor desarrollado, pues son en los que más profundiza Wilde y los que más cambios experimentan a lo largo de la novela.

Leer El retrato de Dorian Gray ha sido toda una experiencia y aunque no ha sido un libro para mí, debido a que no disfruto especialmente de los discursos grandilocuentes, ha sido una lectura que he disfrutado.
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