A esta novela se la compara habitualmente con "La conjura de los necios". A mí, esta de Wilcox, me ha gustado bastante más que aquella. Desde el principio, el tono de la novela me recordó al de esas comedias tristes que bien podía protagonizar un fofo y medio calvo Jack Lemmon en la que el Apartamento se hubiera transmutado en una destartalada casita de un pueblo de mala muerte del sur americano (hasta podía imaginarme a su mediohermano FX como a un chulopiscinas Walter Matthau). al igual que esas películas, el tono de comedia encierra mucho más que una simple búsqueda de una sonrisa por parte del lector, lo que, en cualquier caso, consigue un buen puñado de veces.
|