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Colson Whitehead se alza con su segundo premio Pulitzer con esta obra (el primero en 2017 con “El ferrocarril subterráneo”). Los chicos de la Nickel está inspirada en una historia real, la de la Escuela Dozier para chicos de Marianna (Florida). Elwood Curtis es un chico negro que quiere ir a la universidad, pero la suerte no le acompaña cuando de camino a ella decide subirse en un coche que le haga el camino más corto. Sin saberlo está cambiando el rumbo de su vida ya que el coche era robado y al pararles la policía el culpable resulta ser él, con su castigo consiguiente: ir a la Nickel, un reformatorio para chicos problemáticos, donde aparte de la división racial se viven todo tipo de vejaciones y humillaciones. Tratará de llevar su estancia allí de la mejor manera, haciendo por el camino grandes amigos como Turner. Gran admirador de Luther King, muy presente en esta historia, con sus discursos intentará sobrevivir “tened por seguro que nuestra capacidad de sufrimiento acabará por agotaros y que un día ganaremos nuestra libertad”. Elwood fiel defensor de las causas perdidas y con una valentía admirable, acabará dándose cuenta tras unas cuantas palizas, que lo mejor allí es pasar desapercibido y luchar en silencio. El libro debería ser de lectura obligatoria, refleja una temática que todavía está presente en nuestra sociedad a pesar de estar en el siglo XXI. |
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