“El ferrocarril subterráneo” de Colson Whitehead fue galardonada con un Pullitzer, o sea, palabras mayores. Llegué a esta obra después de quedar prendada con “Los chicos de la Nickel” y, aunque el tema de fondo sigue siendo la inmigración y el racismo, son dos obras muy distintas. El ferrocarril subterráneo encarna la prosperidad y las ganas de sobrevivir de los negros de un Estados Unidos con cazarecompensas, granjas comercializadoras de esclavos y mucha violencia. Es una novela sobre la esclavitud y su gran protagonista es Cora. Se trata de un viaje valiente, peligroso y salvaje, aunque también con destinos inesperados. El ferrocarril subterráneo era el nombre de una red de real abolicionistas clandestinos que ayudaban a los esclavos a huir hacia los estados libres del Norte y a Canadá. Esta es la excusa de inicio: lo demás, es sentimiento, dolor, y sobre todo horror. Escapar del propio destino y del color de la piel se convierte en una realidad incómoda para muchos. Whitehead le consigue dar la voz y protagonismo que necesita con esta mezcla entre la novela real y de ficción. Una vez más, su manera de narrar y su exquisita pluma es bien merecedora de los premios que cosecha. |