Wharton, mejor cuentista que novelista sale de su recurrida burguesía para llevarnos al lado contrario, donde nunca sobra un centavo. Ethan Frome es un drama, duro, que se abre paso dentro de otra historia, ambas abrazadas por frio, nieve y soledad. Escrito de forma excelente la autora dibuja a un protagonista parco en palabras y desvela con el ritmo preciso el misterio que esconde. La norteamericana mide muy bien lo que nos cuenta y su momento creando la receta exacta del buen relato. Casado con una arpía, egoísta y eternamente enferma, Frome se debatirá entre su obligación matrimonial o escapar a un futuro incierto con el ser amado. Sus descripciones son sublimes, sin abusar del recurso, te hace sentir en alta definición sonidos tan sutiles como el cansado paso de un caballo, la cojera de Frome o el latido de los bosques. El desenlace llega en su justo momento, donde las piezas del puzle encajan en las últimas frases, fácil para aquellos que a veces no aguantamos más y nos hacemos auto spoiler echando una miradita inocente a la última página. Ligeramente opresiva, la nouvelle (hoy llevo boina du Paris) sabe mezclar tensión y elegancia atrapando sin remedio al lector. Un texto ideal para cualquier momento, aunque con frio y manta sabe mejor. Habrá que seguir leyendo relatos de la autora. ¡¡Qué remedio!! |