"Podéis llamarlo transformación. Metamorfosis. Falsedad. Traición. Yo lo llamo una educación" Cierro las páginas de "Una educación" no sin cierta pena y aún resonando en mi cabeza las palabras de Tara Westover: "¿Quién escribe la historia? -pensé-. YO." Una historia de resiliencia pura y dura. Muy dura. Tanto que a veces, según vas leyendo, deseas que ojalá fuera una novela, que ninguna niña o niño hubiera tenido que pasar por algo así. Una infancia sin escolarizar, sin acudir al médico, trabajando en un desguace, sin ni siquiera saber su fecha exacta de nacimiento... Con un padre convencido de la llegada del fin del mundo y una madre incapaz de protegerla. Una historia con una fuerza increíble reconstruida desde la mujer que es ahora. A golpe de diario y de recuerdos. de dolor y sensibilidad. |