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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
12 February 2024
Hablemos de Wells y de esa fascinante y privilegiada cabecita suya cuyo legado sigue dando de comer a muchos escritores de hoy en día (haciendo amigos, como siempre xD).

El año pasado os traje La guerra de los mundos, que me gustó muchísimo; a finales de año leí El hombre invisible, del que no os hablé pero que también disfruté un montón, y hoy, como os decía, os traigo La máquina del tiempo, que me ha parecido una lectura fascinante que va mucho más allá de lo que esperaba. ¿Por qué recalco que me han gustado mucho los tres libros? Porque en los últimos tiempos suele pasar que cuando oigo o leo una opinión sobre un libro de este autor a menudo sale a relucir la palabra decepción, que se esperaban otra cosa, que es aburrido... y (opinión personalísima) creo que la culpa la tienen el cine, la televisón y las expectativas que generan, porque si algo tienen estos libros son adaptaciones para dar y tomar. Claro, si se coge una historia y se le añade tanta fanfarria que la base original se pierde o se aleja eones del resultado final, dar valor luego a esa base original cuesta mucho. Es como cuando te dan el helado sin todos los extras (el cacahuete, la galletita, el chocolate líquido...), que el helado (lo que realmente importa) parece más insulso y aburrido y no mola tanto. Que yo soy la primera que disfruta de la fanfarria cuando es menester, pero también me gusta saborear simplemente del sabor del helado sin tanto topping que desvíe la atención... ergo por eso me gustan tanto los libros de Wells y nunca me decepcionan. ¿A que echábais de menos mis metáforas lowcost? No respondáis, apiadaos de mí.

¿Qué tenemos entonces en La máquina del tiempo? Pues tenemos a un grupo de caballeros que suele reunirse en casa de uno de ellos, y entre esos caballeros tenemos a nuestro narrador. Nos cuenta que el dueño de la casa, tras una disertación sobre el tiempo, la velocidad y las dimensiones espaciales, confiesa a sus invitados que está creando una máquina del tiempo. Podéis imaginar la incredulidad... hasta que en la siguiente reunión este señor aparece de repente en la sala sangrando, con la ropa hecha jirones y diciendo que acaba de volver de un viaje en el tiempo. Tras reponer fuerzas comienza a contarles su historia... una historia que nos lleva nada menos que al año 802000 d.C., que es cuando decide detener la máquina del tiempo para descubrir en qué se ha convertido la humanidad, hacia qué ha evolucionado la sociedad, la predominancia y el uso de la tecnología en un mundo futuro, qué sistema político, económico y social impera... si hemos aprendido de nuestros errores y hemos alcanzado un conocimiento tal que permita al fin la existencia utópica que muchos anhelan. ¿Qué creéis que encuentra? Pues para esto tendréis que leer el libro, pero digamos que el viajero tiene tiempo de descubrirlo y formarse su propia opinión porque su máquina del tiempo desaparece y debe encontrar el modo de recuperarla.

Lo primero que me ha sorprendido del libro es la distancia temporal hacia la que viaja el protagonista. Hace tanto que vi alguna adaptación sobre el tema que sinceramente no recuerdo si mantienen las fechas que maneja el libro o no, pero no sé por qué tenía la idea de que era mucho más cercana. Y no, nos vamos ochocientos mil años hacia delante, que no sé a vosotros pero a mí me vuela un poco la cabeza, soy totalmente incapaz de imaginar la vida en la Tierra para entonces... si es que existe un planeta llamado Tierra para entonces, claro. Pero nuestro protagonista sí tiene sus ideas sobre lo que puede encontrar en base a su conocimiento sobre la vida en la época que él vive (recordemos que La máquina del tiempo se escribió y publicó en plena era victoriana), y la visión que tiene Wells de la evolución de la humanidad no es demasiado halagüeña.

Sin querer (ni poder) desvelar demasiado de la trama, y sin querer (ni poder) desglosar aquí de manera pormenorizada la corriente de pensamiento y las reflexiones filosóficas y existencialistas que se esgrimen durante toda la lectura, sí voy a intentar resumir lo que espera el viajero del tiempo en la novela antes de aterrizar con su máquina, más allá de la más que probable incapacidad para comunicarse, el tipo de alimentos que se consumen, la evolución arquitectónica o la reacción de los seres que encuentre al ver aparecer a un hombre de la nada dentro de una máquina (que puede ser tanto agresiva como amigable).

Él espera que, lo que a finales del siglo XIX y principios del XX son avances espléndidos pero todavía muy limitados por la falta de conocimientos, se conviertan en algo desarrollado a su máxima expresión, y que la inteligencia, la educación y la solidaridad formen parte inherente de todos y cada uno de los seres humanos, no algo que unos poseen y otros no; que el control de la Naturaleza sea tal que la vida animal y vegetal convivan en un equilibrio perfecto que se amolde a las necesidades humanas; que las enfermedades hayan sido erradicadas porque la medicina preventiva sea una realidad exacta y perfecta en todas sus dimensiones; que la actividad económica como tal no exista y que, al no haber clases sociales que dependan de ella, hayan desaparecido las luchas de poder, económicas y sociales. Muchas más cosas se discuten en esta novela, pero hacia donde quiere ir su corriente de pensamiento es hacia este punto: si no hay que preocuparse por nada, si la existencia se convierte en no hacer nada, si no tienes que ir a trabajar ni ganarte la vida, si no tienes que cuidar ni preocuparte por tus seres cercanos ni por nada de lo que te rodea... Si esta nueva existencia se basa, en definitiva, en el equilibrio perfecto entre la comodidad y la seguridad tanto físicas como intelectuales, con todos los peligros y enfermedades extintos, toda las motivaciones personales erradicadas, la existenca per sé se convierte simplemente en respirar, alimentarse, existir y poco más...

En resumen, si al ser humano se le quita todo aquello que hace que su cabeza y su intelecto trabajen, ¿hacia dónde evolucionará ese intelecto? ¿O es que más que evolucionar, involucionará ante la falta de estímulos? ¿Es esta realmente la utopía que todos anhelamos alcanzar, la de una existencia carente de todo estímulo y una inteligencia ausente porque ya no es necesaria, o no entendemos que el ser humano necesita precisamente de esos estímulos y de esa versatilidad intelectual para poder desarrollarse y evolucionar?

Y luego está la otra parte de la historia, esa de la que no os puedo adelantar mucho, pero en ese año 802000 a orillas del Támesis donde aterriza nuestro protagonista no existe solamente una especie humana. Están los eloi, esos seres que lo reciben a plena luz del día, pero también están los morlocks, y aunque no os voy a decir el papel que juega cada uno de ellos en la historia, sí os puedo decir que estos últimos propician las escasas escenas de acción que se producen de la mitad del libro en adelante y que quizás es lo que más echarán de menos algunos lectores durante el resto de la lectura... pero es que La máquina del tiempo no va de eso. Durante toda la novela resulta patente la crítica de Wells a la sociedad victoriana, esa crítica que tan evidente resulta en otras novelas del autor (ya lo comenté en La guerra de los mundos y también me pareció evidente en El hombre invisible), y esta obra es su manera de desmontar el engreimiento de una sociedad que se consideraba el culmen de la evolución intelectual, tecnológica y social, y su manera de avisar en qué se convertiría el ser humano de existir en esa sociedad utópica y perfecta que tantos idealizan. El propio epílogo pone negro sobre blanco todo esto en una reflexión final: el pesimismo de Wells ante el progreso de la Humanidad, las insensateces que se cometen en su nombre y la incapacidad del hombre de responsabilizarse de sus actos de cara al futuro. Aun así también deja espacio al desconocimiento absoluto de lo que sucederá en realidad conforme la existencia siga su curso y los seres humanos actúen sobre ella e interactúen con ella. En fin, que saber no sabemos nada, pero resulta inevitable ser optimistas o pesimistas según el prisma con el que se miren las cosas.

Me estoy enrollando mucho, sorry. ¿Me ha gustado? Sí, mucho. ¿Es una lectura para todo el mundo? Creo que de las tres obras más famosas de Wells a las que he aludido a lo largo de toda la reseña, La máquina del tiempo es la menos cómoda, la que hace trabajar más al lector por su alta significancia reflexiva y filosófica, porque además expone muchas teorías sociales y políticas de la época. En cualquier caso no penséis por todo lo que os estoy contando que es pesada o densa de leer, no lo es en absoluto y conforme avanza la trama lo es todavía menos, pero es una lectura que obliga a pensar y a especular, e incluso a decidir si estamos de acuerdo o no con la visión de Wells. En resumen, tiene todo lo que tienen los libros de Wells a nivel crítico social y político entremezclado con dosis de aventuras y una pizca de intriga y suspense, solo que en esta ocasión la dosis de aventuras quizás no es tan predominante. Además, aun siendo la primera novela del género, para mí Wells le da menos importancia a la propia máquina del tiempo como artilugio o mecanismo (sobre el que apenas da unas pinceladas vagas y tampoco se detiene demasiado) que al viaje en sí mismo y las reflexiones, decepciones y descubrimientos que comporta, que es lo que realmente interesa.

Antes de terminar, un comentario sobre la edición, que me ha parecido peculiar... está llena de notas que son simplemente definiciones de palabras, cual diccionario de la RAE, muchas de ellas totalmente comprensibles y conocidas para cualquier lector más o menos avezado (leproso, antaño, lesivo, chelín, renglón...). Las ediciones de Austral Intrépida supuestamente son de literatura juvenil, pero es que La máquina del tiempo dista mucho de ser un libro juvenil, y esta edición concretamente corresponde al texto íntegro y en absoluto adaptado a ese efecto, así que sinceramente creo que si la explicación para tanta definición de diccionario es que un niño no comprende todo este vocabulario, deberían haber empezado por adaptar el libro en sí mismo, que dudo mucho comprenda un niño de 12 años por su enorme trasfondo político, filosófico y existencialista... no sé, me ha desconcertado un poco hacia qué público va dirigida la edición, la verdad. He leído más libros de esta colección con un vocabulario al mismo nivel o incluso más complicado, y ninguno incluye estas notas.
Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
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