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Crítica de Celia_0504


Celia_0504
20 October 2023
Tenía bastantes dudas sobre qué libro leer para el #retopiasoirits de este mes de octubre. Así que al final decidí unir este reto con la celebración del #victober y leer una pieza de literatura victoriana que muchos consideran como una de las primeras obras del género distópico, creada por uno de los padres de la ciencia ficción, tal y como la conocemos en la actualidad.

“La Maquina del Tiempo” era la única de las obras más famosas de H. G. Wells que me quedaban por leer. Y además, tenía este libro en mis estanterías cogiendo polvo, así que ya era hora de lanzarme con él, que para algo los me animo con los retos. Como podéis ver, el tomo no solo cuenta con la historia que le da título. Una buena muestra de lo que fue Welles como autor. Porque quedarse una únicamente con la vertiente más enfocada en la ciencia ficción de este escritor ingles es solo dedicar un vistazo a una parte de su producción literaria. Wells Fue un escritor y periodista, que se lanzó con muy diversos géneros, todos ellos, con gran maestría. Y sobre todo, con una gran perspicacia y sabiduría. Lanzarse a leerle es echar un vistazo al futuro desde el pasado, debido a la gran amplitud de miras de este autor, a su capacidad de prever, muchos de los conflictos con los que la raza humana se encuentra en la actualidad. Es impresionante leerle y admirar su sagacidad para tratar muchas de las cuestiones que más preocupaban o interesaban a la sociedad inglesa de su época, a la vez que vaticinaba un futuro marcado por los avances tecnológicos y mecánicos. Y todo ello creando historias llenas de acción y tramas increíblemente modernas, en el sentido que le damos a esa palabra. Pocos autores pueden enorgullecerse de haber aguantado tan bien el paso del tiempo y seguir manteniéndose tan rabiosamente actuales. Y todo ello escribiendo tan bien, sabiendo ser directo y conciso, y a la vez es de lo más evocador. Sus historias se leen muy bien, es una gozada, sumergirte en su mundo, complejo, visionario y a la vez cercano. La verdad es que a veces me olvido de lo buen autor que es, de lo complejo de sus tramas, y me quedo solo con que es un autor bastante rápido en su narrativa, y con lo que tienen de acción y ciencia ficción sus obras. Y me sorprende encontrar en algunas reseñas, que se le considera un autor aburrido. Creo que el secreto está en que Wells, pese a todo lo que tenía de visionario, fue un autor de su época, totalmente concienciado con todos los aspectos de la misma, y su bibliografía bebía de eso y buscaba más ocuparse de eso que de predecir el futuro, aunque por el camino lo hiciera.

Para muestra de todo esto las ocho historias que no sé que conforman esta antología editada por el sello Valdemar. Cada una de ellas está inscrita en un género diferente, son muy diversas entre sí. Eso hace que esta lectura sea variada y entretenida, que cada historia se disfrute de una manera diferente.

La máquina del tiempo”: Publicada en 1895, esta novela corta fue el debut de Wells como autor, y marcó los inicios de su fama en el mundo de las letras. Muchos consideran esta obra como uno de los primeros tímidos intentos de crear algo parecido al género distópico. Pero lo que está claro es que con esta historia Wells creó un nuevo y fecundo género, el de los viajes en el tiempo. Su trama es de sobra conocida, a quien más o quien menos le suena incluso sin haberse leído el libro: un científico sin nombre logra crear una máquina en el tiempo con la que viaja al año 802.701. Ahí se encuentra con que los hombres han devenido en una raza, hermosa, delicada, simple y centrada solo en el placer. O eso se piensa, ya que no tardarán en descubrir que esta raza, los Eloi, no son los únicos habitantes de la tierra. En sus profundidades habitan los bestiales Morlock, acostumbrados a la oscuridad, la brutalidad y a una sangrienta dieta.

La visión que Wilson propone en esta novela, es bastante pesimista en lo que concierne a la humanidad. Nos muestra a una raza humana escindida entre la decadencia y la inutilidad, y la ineptitud y la bestialidad más sangrientas. Todo es decadente y pesimista, con la humanidad víctima de su propia búsqueda de la felicidad y del progreso. Como obra narrativamente distopicas, la verdad es que no tiene mucho reseñable frente a otras que se escribirán posteriormente. Aquí no encontramos (como bien señala su autor en un momento determinado del texto) una sociedad bien explicada y organizada, muestra de hacia donde se dirige la humanidad. Pero en “La máquina del tiempo” ese detallismo brilla por su ausencia, es un mundo increíblemente simple. Y es precisamente en la explicación a esa sencillez donde encontramos la intención de Wells con este trabajo, su componente distópico. En los siguientes relatos que leeremos en este tomo veremos que Welles nos prevé sobre los pros y los contras de los avances tecnológicos, sin negar que la ciencia puede ser el medio con el que el hombre pueda avanzar. Pero en “La máquina del tiempo” relaciona esto con declive, ya que un estado en que el hombre este en armonía con el medio directo equivale a que su mente deje de enfrentarse a retos y a ejercitarse para superarlos y mejorar su situación. En cierto sentido, esta obra es una advertencia sobre la autocomplacencia del hombre y sobre seguir prevenidos frente a las propias mejoras que consiga. Una proyección futurista que se sustenta en ideas científicas, sociales y filosóficas de su época . La novela es, por lo tanto, un canto hacia la capacidad creadora e inventiva de nuestra raza, al reto como mecanismo que impulsa hacia el progreso.

“El imperio de las hormigas” : un cañonero debe acudir a una región recóndita del Amazonas para ocuparse de una inusual misión: investigar una plaga de hormigas que han asolado un asentamiento humano. Pronto, los miembros de la tripulación descubrirán que no se las están viendo con unas hormigas normales, sino con una raza altamente preparada y muy peligrosa. El relato puede entenderse como un canto al potencial, a veces devorador y mortíferos, de la naturaleza. Es cierto que el hombre ha aprendido a controlar la naturaleza, y que especialmente en el mundo occidental, podemos encontrar paisajes y regiones en la que todo está profundamente industrializado. Pero hay otros sitios en los que el poderío humano no tiene nada que hacer frente a la fuerza de la vegetación y de los animales. Se permite darnos un recordatorio de que el hombre no debe dar su poder por sentado, y que la naturaleza, de algún modo, puede rebelarse para recuperar aquello que ha perdido. Algo que diferentes catástrofes ambientales nos recuerdan de vez en cuando. Las descripciones del periplo del cañonero por un burbujeante río que pasa por una selva inhóspita y poblada por una exótica vegetación , son profundamente atmosféricas.


“Una visión del Juicio Final”: estoy segura de que más de un lector victoriano alzo incrédulo las cejas, por lo menos, cuando leyó este relato. Con un tono satírico y humorístico, Wells y nos presenta como podría ser el juicio final. Su visión de este tiene algo muy gracioso que arranca la sonrisa, da la impresión de que ni él mismo se lo toma en serio. Y ahí está (Valga la redundancia) la gracia de todo el asunto. al final ser buenos o malos, lo que hayas hecho, no es tan importante. al final, quizás no todo consista, simplemente, en ser un santo o un pecador. Quizás Dios no busque castigar o premiar. Quizás todo se reduzca a algo más simple, como vivir en paz y sinceridad, sin dar tanta importancia a lo que quieras demostrar a los demás o a la imagen que tengas de ti mismo. Porque todo eso es ridículo delante de dios, la verdad siempre acaba saliendo a la luz.
Por cierto, espero que a Darwin le fuera bien en el juicio final.

“Los acorazados terrestres”: me da rabia lo que me ha pasado con este cuento. Reconozco que tiene cosas muy buenas, pero que se centre tanto en tácticas y escenas bélicas. A mi me ha echado mucho para atrás. No me gusta mucho leer sobre este tema, me aburre un poco. de ahí que siento que la historia no me haya gustado tanto e incluso, haya habido páginas en las que me haya aburrido. Y es una pena, porque creo que la idea de fondo es potente y muy buena.Una muestra más de lo adelantado que era Welles para su época. En esta historia de guerras y batallas vistas desde la perspectiva de un corresponsal de guerra, el autor británico habla de la ciencia y la tecnología como herramientas para mejorar las vidas de las personas y garantizar el progreso de la civilización. Pero tampoco se engaña, y es capaz de ver el otro lado de la moneda: que la ciencia y la tecnología también se conviertan en armas de destrucción, que traigan consigo el desastre y la muerte. de todas maneras, en las últimas escenas de la narración (que merece mucho la pena) se pone en la humanidad por encima de la fía tecnología, reconociendo que, de alguna forma, acabará siempre por seguir adelante, pese a los avances de la ciencia. Increíble lo adelantado que este hombre estuvo para su época, su amplitud de miras y lo actual que es esta historia.

“El traje maravilloso”: escrita en un tono poético y atmosférico que contrasta con la prosa que hemos encontrado en las obras anteriores, esta corta historia nos presenta a una madre que hace para su hijo un hermoso traje, pero toma todo tipo de medidas para evitar que el traje se estropee y así poder conservarlo para ocasiones especiales. Y lo único que saldrá de ellos es que el hijo se obsesione con su traje maravilloso, preocupado, al igual que su madre, en conservar a toda costa esa belleza textil. Este cuento corto nos habla de disfrutar de aquello que poseemos en el momento, de no dejar de aprovechar las oportunidades que se nos presentan, de no pensar tanto en el futuro y hacer menos planes. Eso es lo que da sentido a la vida y lo que compensa, lo que hace que incluso las situaciones más simples y cotidianas puedan convertirse en momentos mágicos y felices. Incluso cuando el desenlace sea trágico, como es el caso en esta historia. Por cierto, las descripciones del ambiente nocturno son preciosas y poéticas, con un componente atmosférico que brilla y reluce como las plantas y el rio de la historia bajo la luz de la luna. Me ha parecido de lo mejorcito que he leído de Wells.

La puerta en el muro”: junto al relato anterior, este es el más sentimental y poético. Un reputado político, Wallace, se sincera con un amigo y le habla de una puerta que traspasó siendo niño y le llevo a un bello jardín donde se sintió seguro, feliz y aceptado por sus hermosos y amables habitantes. Dicha puerta aparece frente a este hombre en varios momentos de su vida, pero por diversas circunstancias, Wallace nunca la atravesara. Se trata de una historia muy subjetiva, en la que Güell deja margen para que el lector decida, si la famosa puerta es real o no. El cuento tiene un tono melancólico y poético, a la par que un toque fantasioso y onírico que da a todo el conjunto una atmósfera de lejanía, de la misma forma que el jardín va alejándose implacablemente de Wallace, mientras éste se convierte en un adulto y sigue con su vida. Para mí este cuento ha sido una metáfora de la infancia, de cómo cuando somos adolescentes y jóvenes adultos queremos alejarnos de ella y la dejamos de lado. Pero lo que vivimos, en esa etapa de nuestra vida, siempre nos acompaña, y cuando vamos creciendo y acercándonos a la vejez, es cuando más la añoramos y deseamos volver a esos tiempos.

“La perla del amor” : un principe indio decide construir para su amada fallecida un impresionante mausoleo como eterno recordatorio de su amor. Con el paso de los años la obra va haciendose más y más majestuosa, hasta que la busqueda de su perfeccion arquitectonica debora todo, incluso su intención inicial.

Se trata de una fabula breve y concisa, con un claro fin estetico y una moraleja que solo impacta y cuaja en su frase final, sencilla y corta, pero contundente. Wells elige la India como escenario de este breve cuento, haciendo que la ambientación sea exotica y tenga un algo lejano y misterioso que hace que el lector puede sumergirse màs en la atmosfera de la historia y en la creación de este Taj Mahall que acaba por convertirse en el autentico motor de todo. La moraleja tiene un sabor claramente budico. Pero al mismo tiempo he querido verla como una crítica velada a los diferentes movimientos que abogaban por la estetica como lo más importante los del arte. Independientemente de que haya un fin mayor, el cuento me ha parecido de una acidez oculta tras primorosas descripciones arquitectonicas. Una fina critica de con la que el autor inglés ética como muchas veces hasta las misiones más puras y conmovedoras acaban transformandose en algo más banal y perdiendo toda su nobleza inicial según van evolucionado y, aparentemente, perfeccionandose.

El país de los ciegos” : “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”. Esa es la cantinela, que repite para asimismo durante este relato, un montañero colombiano, que por un accidente llega a una meseta escondida en los Andes del mundo en el que vive una población cuyos habitantes están ciegos. En cierto modo, junto “ A la Maquina del Tiempo”, este es el relato que mas cercano me ha parecido al #retopiaspirits, ya que nos habla de como ha evolucionado un pueblo de ciegos al margen de la sociedad, llevando una vida apacible en la que el concepto de Visión ni tan siquiera existe. Es interesante como Wells maneja esto, como te hace pensar en que cosas que para nosotros son tan obvias como el sentido de ver, con la debida educación y experiencias puede no significar nada. Como conoce de primera mano el protagonista de la historia. En un principio piensa que la ventaja que le confiere el uso de sus ojos, le permitirá convertirse en el rey del pacífico pueblecito, pero poco a poco verás que eso solo conseguirá marginarle dentro de esa sociedad y convertirle en una suerte de paira.

Me ha parecido el cuento más interesante de la antología, y a la vez el más inclasificable. Creo que este relato tiene muchas interpretaciones, y que cada lector puede sacar de él sus propias conclusiones, y te hace pensar mucho con los juegos literarios y simbólicos que jalonan la narración. Para mí es una metáfora sobre qué es lo realmente importante en la vida, y sobre el precio que uno puede estar dispuesto a pagar por la aceptación social, a la par que nos habla de que quizás lo importante sean las pequeñas cosas de la vida, el simple hecho de ver hermosos paisajes a nuestro alrededor. Como los que Wells describe con profusión poética en esta obra
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