El marciano

“Si el oxigenador se rompe, me asfixiaré. Si el purificador de agua se rompe, moriré de sed. Si el Hab pierde estanqueidad, más o menos explotaré. Si no ocurre ninguna de esas cosas, finalmente me quedaré sin comida y moriré de hambre.” ~ El marciano de Andy Weir.

Una misión espacial a Marte se complica y los miembros tienen que escapar pero se ven obligados a dejar el cadaver de uno de ellos en Marte tras un accidente pero cuando todos han partido, el cadaver no era tal y el muerto no lo está. Mark se plantea entonces sobrevivir pero, ¿cómo hacerlo sin comunicación con la NASA y sin comida? Poco a poco y con un sentido del humor magnífico que me ha hecho soltar carcajadas, Mark va demostrando que parece que ha nacido para vivir en Marte.

Me ha encantado. Divertido pero tan divertido que el handicap de los cálculos que realiza el astronauta, y que podrían ser áridos a morir, se hacen llevaderos. El libro está narrado por los diarios de Mark, por los sucesos de la NASA, por lo que pasa en la Hermes, –la nave en la que viajan sus compañeros de misión–, y por una especie de voz en off que de vez en cuando narra hechos.

La historia me ha tenido tanto en vilo que es la primera vez que un libro me tienta a echar un ojo a las últimas páginas. No lo hice, me contuve, pero me contuve varias veces porque solo quería saber si todo salía bien o se iba todo al cuerno. No voy a decir qué pasó pero sí diré que se me escaparon algunas lagrimitas. Fantástico!! Lo digo en serio. Muy divertido porque el autor podía haber optado por un personaje que se estuviese quejando todo el rato de sus males y jurando en arameo pero no, Mark, como os digo, es la superación en si mismo y el rey del “bueno, paso a paso y ya veremos”. Y con este sentido del humor, aún así te mantiene en tensión.