El color púrpura

No puedo empezar la reseña sin contar lo que me ha ocurrido con este libro.

Lo empecé con muchas ganas, porque los libros o los empiezas con ganas o no los empiezas, pero su estructura completamente epistolar y el estilo de la narración me empezaron a pesar según avanzaba, haciéndome la lectura tremendamente lenta. Lo podéis notar solo con ver lo que he tardado en leer 223 páginas. La historia me interesaba, jurado, pero cada vez que me ponía a leer me costaba horrores avanzar, y llegó un momento en que no pasaba de 10 o 20 páginas al día.

Después de un par de días de parón lo retomé. Me quedaban 32 páginas y las sentí tanto que me parece mentira que el resto del libro se me hiciera bola. Es más, estas últimas páginas me hicieron ver el libro en su conjunto de otra manera.

Celie. ¡Ay, Celie! Lo que me ha costado conectar con ella a pesar del increíble personaje que es. Me parece fascinante esa capacidad de amar a pesar de todo lo vivido. Ser partícipe de su vida y su evolución ha sido todo un viaje. Además es un libro con taaanto para reflexionar: racismo, explotación, represión, machismo, religión...

Ojalá haberlo leído desde el principio con los ojos con los que lo veo ahora.