El color púrpura

Para la lectura del Black July ha tocado leer este Premio Pulitzer 1983.

Había visto la película de Steven Spielberg años ha (mejor no pensar cuántos) pero poco recordaba ya. Así que me adentré en la novela casi a ciegas, esperando un testimonio de la lucha negra.

Y sí, es cierto que algo de eso hay, pero me pareció más una obra feminista. Para mí, se desdibujó la racialización en esta denuncia social, aunque existe. Podemos verlo primero por el destino de las dos hermanas protagonistas, a través de la mirada de una de ellas, Celie, en un tipo de diario que se diluye en intercambio epistolar. Ella es la voz que nos guía y da testimonio de lo duro que es ser mujer, y más una mujer negra, en la primera mitad del siglo XX en el sur de Estados Unidos. A través de Nettie, la otra hermana (pero siempre narrado por Celie), descubrimos también la búsqueda de las raíces y los conflictos étnicos a los que debía enfrentarse.

No ha sido una obra tan dura como se esperaba, y sin duda es bastante sencilla, pero la he disfrutado mucho. Por ello, si no tenéis altas expectativas de este ya "clásico literario", es probable que también disfrutéis de ella.

Al parecer, según otras opiniones, vale la pena leerlo en inglés, para quien se anime, lo recomiendo.