A través de cartas dirigidas a Dios primero y a su hermana Nettie después, conocemos la vida de Celie, una mujer norteamericana de raza negra. Una novela dura, contada con un lenguaje directo, que nos muestra la dureza de la vida de las mujeres de raza negra de su época. Me gustó mucho la historia y la evolución, transformación y aceptación que tuvo Celie hacia el final, gracias a su amiga Shug, pero el libro no me entusiasmó, creo que fue por la forma en que está escrito, demasiado monótono, frío. |