La hija pequeña

La protagonista de esta historia se llama Fatima Daas. Es la hija pequeña de una familia de argelinos residentes en Clichy- sous-bois, una región a las afueras de París. Fatima es la única de toda la familia que ha nacido en Francia. Es lesbiana y musulmana practicante. Es francesa y argelina, aunque a veces sienta que no es ni una cosa ni la otra. Se mueve en los intersticios, en las grietas, en los margenes que todas estas identidades le permiten habitar.

Fatima es un nombre sagrado en el Islam, un nombre que no se puede deshonrar. Por eso, Fatima siente que todas las contradicciones que habita a veces la rompen, a veces la hacen explotar. En casa, en el colegio, en la universidad, en el transporte público, en la calle, la violencia que recibe, pero también la violencia que ejerce, son omnipresentes. Fatima se construye a partir de una contradicción interna que la lleva a sentir una homofobia interiorizada que no le permite vivir como querría. Pero es a través de la escritura, de la búsqueda de la voz propia en los entresijos de su identidad multiple, que consigue encontrar el lugar desde el que ser, desde el que vivir.

Dice la autora en una entrevista que este libro habla, precisamente, de negarse a elegir. de negarse a que alguna parte de su identidad desplace a las demás, de negarse a ser algo cortado por los patrones de otrxs, que preferirían que renunciara a alguna de las partes que la conforman para hacerse más digerible, para ganarse su aprobación.

La protagonista, que tiene mucho de ella pero que no es ella, como tampoco Fatima Daas es el nombre de la autora, elige cada día ser quien es, en su multiplicidad, a su manera, aceptando las limitaciones que su identidad diversa y fragmentada le impone. Y plantándose ante el mundo para decir: sí, se puede ser lesbiana y musulmana, se puede serlo en tus propios términos, soy yo la que elije cómo navegarlos. Tu mirada no tiene nada que decir aquí.

El libro, escrito con la cadencia de un rezo, se lee en un sorbo. El ritmo de las palabras, su repetición, te acompañan desde el principio hasta el final en este diálogo interno, contradictorio, lleno de dudas y de una fuerza vital que busca encontrar su lugar en el mundo. Creo que con este libro, lo consigue.

En palabras de la protagonista: "he entendido que partir no significa necesariamente romper y abandonar".