Los hombres se han vuelto locos, y a los que no se han vuelto locos les falta el valor para meter en sus camisas de fuerza a esos que están fuera de sí.
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Los hombres se han vuelto locos, y a los que no se han vuelto locos les falta el valor para meter en sus camisas de fuerza a esos que están fuera de sí.
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La Tierra sigue siendo redonda, pero las historias tienen cuatro ángulos.
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–Sí, los ricos siempre vencerán porque son los más brutales, los más infames y los menos escrupulosos. Está ya en las Escrituras que pasará un camello por el ojo de una aguja mucho antes de lo que entrará un rico en el cielo. —¿Y la Iglesia? ¿Pasará por el ojo de la aguja? —No —dice volviendo a sonreír—, eso sería prác-ricamente imposible. Pues la Iglesia es el ojo de la aguja. |
Un Estado no se desintegra jamás, a lo sumo se descompone su estructura social para dejar sitio a otra. El Estado en sí siempre sigue existiendo, incluso si el pueblo que lo conforma perece. Porque entonces llega otro.
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Desde que existe la sociedad humana, no ha podido renunciar al delito por razones de supervivencia. Pero los delitos se silenciaban, se encubrían, se sentía vergüenza de ellos. Hoy en día están orgullosos de ellos. |
Reflexiono. Hoy creo en Dios, pero no creo en que los blancos hagan felices a los negros, porque les llevan a Dios como un negocio sucio.
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De este modo, celebran los imbéciles y los mentirosos el día en que nació el plebeyo supremo.
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Por las calles desfilaban las chicas, que buscan al piloto desaparecido, los chicos, que dejan morir a todos los negros, y los padres, que se creen las mentiras escritas en las pancartas. Y los que no las creen también desfilan. Divisiones de individuos sin carácter a las órdenes de idiotas. Marcando el mismo paso.
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-Sí, los ricos siempre vencerán porque son los más brutales, los más infames y los menos escrupulosos. Está ya en las Escrituras que pasará un camello por el ojo de una aguja mucho antes de lo que entrará un rico en el cielo. -¿Y la Iglesia? ¿Pasará por el ojo de la aguja? -No -dice volviendo a sonreír-, eso sería prácticamente imposible. Pues la Iglesia es el ojo de la aguja. |
Lo justo es lo que le viene bien a los nuestros, dice la radio. Lo que no nos viene bien es injusto. O sea, que todo está permitido: asesinato, robo, incendio, perjurio..., sí, ¡no solo está permitido, sino que no existe delito alguno si se comete en interés de los nuestros! ¿Esto qué es? El punto de vista del delincuente. |
¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?