Lectura profunda, emotiva y llena de recuerdos. La forma de narrar las memorias es la parte que más he disfrutado, con un lenguaje sencillo y delicado pero absorbente. A veces da la sensación de que son historias improvisadas que te cuentan mientras se toma una café caliente. Narra la historia de una infancia y una juventud junto con unos padres que ya no le acompañan a día de hoy y una vida presente en la que podemos vernos reflejados. Un caos ordenado de pensamientos en cortos capítulos de reflexiones profundas y personales sobre escenas cotidianas que marcan la esencia de las personas. Por ponerle un “pero” a veces se me ha hecho algo repetitivo. No obstante, es un libro de ideas, de sus recuerdos y su familia donde el autor mezcla realidad y ficción. A modo de recomendación, leedlo en papel y no en audiolibro. En su interior hay fotografías y es una manera de remarcar las emociones que quiere transmitirnos. |