Si solo fuera un cuento de hadas

Os traigo una reseña de género que no suele pegar conmigo pero que, cómo sabéis, estoy dándole una segunda oportunidad a la romántica y porque hay que leer de todo.
En este caso me decanté por este libro de Victoria Vílchez por dos razones, una que no había leído nada de la autora todavía y todo el mundo hablaba maravillas de su estilo y otra que dentro que a mi el género Romántico puro no me suele gustar me llamó la atención la idea del Hado Madrino y que tenía unos visos de retelling que me podía gustar. Y aún a riesgo de que me tachéis de superficial ¿la portada no es preciosa?

Lo primero de todo comentaros que me encantó el estilo del libro, la verdad es que Victoria Vílchez escribe de una forma muy coloquial y amena que en seguida hace que te enganches la lectura. Dosis justas de diálogos y prosa que no se hace nada pesado. Destacar que aunque durante el libro hay algún cambio de narrador lo cual se me hizo chocante al principio porque no te lo esperas para nada y ni siquiera es recurrente pero viene muy al caso para la historia y se agradece por variar la perspectiva de la historia.

En cuanto al tema de los personajes, por un lado tenemos a Alice, que la pobre lo lleva fatal en cuanto al tema amoroso se refiere y la cosa siempre se le tuerce por una cosa u otra. A pesar de que trabaja como abogada y de que tiene cierto éxito profesional, nuestra protagonista es muy insegura y un poco tímida por estos varapalos que le ha ido dando la vida, quizás por eso a veces explota y tienes unas salidas muy divertidas que seguro que os encantarán.
Dado su historial amoroso se le ha concedido un Hada Madrina, un hombre llamado Jay Forevermore que vendrá a ponerle la vida amorosa en orden a Alice quiera ella o no. Este personaje me encantó, la parte de oficinista quemado consiguió hacerme fan de él completamente, pero Jay es mucho más que un Hada Madrina cualquiera y es que tiene un pasado muy loco y lleno de aventuras que nos llevarán a descubrir en cuantas historias de amor ha tenido que ver este peculiar personaje.
Además de Alice y Jay tenemos un puñado de secundarios interesantes, como la mejor amiga de Alice, Lara, que es un poco su complemento, es más alocada, un ratoncillo de biblioteca que, en parte, la ha metido en el lío en el que se ve envuelta. Y también están los Forevermore...porque amigo, al parecer hay más Hadas Madrinas y todas son muy peculiares. Desde aquí hago un llamamiento para un libro Spin-Off sobre los Forevermore...por favor, lo necesitamos.

En cuanto al tema romántico, la historia está muy bien desarrollada, los personajes evolucionan de forma lógica y incluso el romance de la historia está bien tratado y no es el clásico "instalove" metido con calzador que hace que te quedes con los ojos entornados diciendo "¡¿por qué?!". Me gustó porque es muy coherente.
Quizás lo que más hecho en falta en el libro es que desarrollen más las historias que Jay cuenta haciendo referencia a otros cuentos de hadas (Alicia en el País de las Maravillas, Cenicienta...) porque me faltó saber un poco más, que sí, que no hacen falta para la historia que nos ocupa pero mi vena de amante de la fantasía me lo pedía y me quedé con que faltaba saber algo más. (Insisto, Victoria, libro con las andanzas de los Forevermore).
La verdad es que la historia se lee muy rápido (si no sois yo y tenéis dos niños y una mudanza brutal por el medio) y los personajes son muy majos con lo que te acabas enganchando en seguida.

Si solo fuera un cuento de hadas es una historia romántica con ciertos toques de enredo y plagada de magia en las pequeñas y grandes cosas, con unos protagonistas encantadores y plagada de referencias literarias a los cuentos de hadas clásicos. Muy entretenido y recomendable.
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