Sé lo que estás pensando

David Gurney es un policía retirado que un día recibe la llamada de un antiguo compañero de facultad. Este hombre, ha recibido una carta en la que el autor amenaza con saber secretos suyos, y lo demuestra con su capacidad de haber podido conocer hasta el número que en ese mismo momento estaba pensando. Pero lo que empieza por ser unas cartas amenazadoras, acaban convirtiéndose en un asesinato en el que David tendrá que involucrarse para su resolución.

La historia empieza muy bien con ese misterio de los números porque, ¿cómo alguien puede ser capaz de adivinar un número en el que acabas de pensar? de esta manera, se plantea varias hipótesis que hacen que en un principio te enganches a la historia y quieras conocer ese imposible. Por otro lado, cuando se produce el asesinato, se plantea una escena del crimen muy curiosa en el que se deja claro que la policía se va a enfrentar a un asesino en serie muy inteligente cuyo objetivo es burlarse de la policía y de su incompetencia.

El problema que he tenido con esta historia, es que David se plantea como un personaje muy inteligente y con una capacidad excepcional para resolver crímenes mientras que el resto de la policía es retratada como niños de parvulario a los que hay que explicar todo mil veces, por lo que hay capítulos enteros en los que solo se centran en repetir una y otra vez los hechos que ya conocemos. Aunque sin duda, lo que hizo que para mí perdiera todo lo interesante y lo bueno que podía tener el libro, es la manera tan brusca que tiene de resolver el tema de los números, que aunque es una resolución lógica la manera en la que se hace es muy precipitada y sin realmente profundizar en ello. Y si hablamos del final, la decepción ya fue a más, de nuevo vemos una resolución muy brusca que me dejó muy fría.

En resumen, es un libro que tiene una premisa original y en la que se trata muy bien el tema de los asesinos en serie pero cuyo desarrollo y final no me han gustado.