No es una novedad que ganarse la vida con el arte siempre ha sido difícil. Incluso los artistas de “éxito moderado” que se mantienen activos luchan día a día por llevar una vida de clase media. La era digital trae consigo que cualquiera pueda plantearse ser artista: si tienes un ordenador puedes grabar música o crear ilustraciones, si tienes un móvil tienes una cámara con la que hacer cine. Y por supuesto, las redes sociales te facilitarán la difusión de tus contenidos. Fácil y alcance de todos, ¿verdad? ¿Pero qué pasa con los creadores originales? Escritores, músicos, productores, pintores, ilustradores, etc. ven grandes problemas en esta casuística: ¿quién va a pagar entonces por tus contenidos si los expones de forma gratuita? “La muerte del artista. Cómo los creadores luchan por sobrevivir en la era de los billonarios y la tecnología” en un ensayo en el que su autor, William Deresiewicz -crítico de arte y cultura contemporánea- plantea este tipo de cuestiones. Basado en unas 140 entrevistas telefónicas con creadores en varios campos y amplios estudios e informes, este libro nos insta a descartar el modelo del “emprendedor creativo” ya que se trata de pura "propaganda". Deresiewicz analiza más de cerca las vidas y carreras de los artistas, presentando los problemas comunes a los que cualquier persona con aspiraciones creativas debe enfrentarse. El autor también dedica capítulos a la situación en cada una de las artes: música, escritura, arte visual y cine y televisión. Me han gustado mucho los capítulos finales en los que se intenta iluminar un poco el panorama con consejos sobre la organización y la promoción de la reforma de la propiedad intelectual. Los que no somos artistas, sino que asumimos el papel de consumidores, debemos reflexionar sobre el papel de los creadores en una sociedad en la que la cultura está excepcionalmente viva -como bien ha subrayado la reciente pandemia-. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. + Leer más |