Los Chicos Rubios

Me cuesta a veces estar cerca tuyo, pero eso no quiere decir que no sienta deseos de estar junto a vos.

-Esto es como romper una almohada de plumas en la plaza…
-¿Qué significa eso, Patti?
-Que una vez que la abriste y las plumas empezaron a volar, por más que después intentes arreglarla y querer juntar todas las que se volaron, ya no será igual.

A tu lado no tengo miedo de nada y confío en vos como no lo hice nunca con nadie, sos todo lo que siempre quise y lo que siempre soñé tener…

Olegario también sabía que ese era un fruto que estaba prohibido, pero que sin embargo no dejaba de desear.

Mis sueños de juventud se trasladaron a que haga todo lo que pueda para que Auri logre los suyos.

Por cada pelotudo que uno se cruza en la calle, hay diez personas copadas, así que no hay por qué preocuparse, solo no hay que bajar los brazos.

Es nuestra responsabilidad educar y concientizar a las personas que las diferencias deben unirnos, debemos saber tolerar y aceptar la diversidad.

—Solamente te digo, si tenés la oportunidad de ser feliz, no la pierdas, pues el tren no siempre pasa dos veces.

—Ojala muchas personas pensarán como vos.
—Mira Oleg, por cada pelotudo que uno se le cruza en la calle, hay diez personas copadas, así que no hay que preocuparse, sólo no hay que bajar los brazos.

—¿Y si pagamos y no comparamos?
—Estaria regalando su dinero, lo cuál sería tonto.