Uno debe morir

Pachí, Pachá.
La idea prometía y la cosa iba bastante bien hasta que importaba mucho más el pasado que lo que ocurría en el presente.

Las motivaciones tienen un cierto sentido, pero toda la parafernalia que se monta es realmente exagerada y para llegar a ese mismo resultado se podían haber utilizado un montón de alternativas.

Los personajes intentan ser profundos pero hay algo que chirría y me ha sido imposible empatizar con ellos. Muchos de ellos intentaban actuar como adultos y sus comportamientos eran infantiles y caprichosos, así que acabar de leer ha sido un acto de fe

Lo mejor, el tratamiento de ciertos temas delicados que creo están bastante bien tratados y el intento de reflexión que se hace a lo largo de todo el libro sobre ese tipo de actitudes y las consecuencias que de ellas se derivan.

No ha sido lo que esperaba. No está mal, pero llega un momento en que se lee la historia por la simple curiosidad de saber cómo va a salir la autora de ahí y no porque realmente se quiera conocer el final.