El vicario de la parroquia de Chapel Croft se suicida,para sustituirlo Jack Brooks y su hija llegarán a este lugar marcado por la tragedia,lo que parecía un lugar tranquilo puede convertirse en pesadilla. Una novela con tintes paranormales, mucha intriga ,tradiciones ancestrales y secretos ocultos.Una lectura que me ha atrapado desde el principio,mi primer contacto con Tudor me convence y me apetece leer sus otros trabajos. Narrado en varios tiempos y varias voces con mucho diálogo y capítulos cortos hacen que tenga un ritmo rápido con giros continuos e inesperados que te mantienen en tensión todo el tiempo. Muchas referencias al cine y literatura que me han gustado mucho y aunque alguna cosilla la ves venir,el final sorprende. Una novela que se lee de volada, ágil,amena y entretenida. Trama y subtramas se entrelazan y encajan a la perfección,varios misterios por descubrir, desde el porqué del suicidio del vicario hasta la desaparición de dos jóvenes 30 años antes o la leyenda sobre los mártires de Sussex quemados en la hoguera(dos niñas entre ellos) y el tétrico recordatorio que hace el pueblo para conmemorar ese día, con"niñas de la hoguera". Personajes bien descritos,cada uno con sus monstruos interiores, un pasado oscuro y creencias y tradiciones inamovibles.Jack Brooks me ha sorprendido en muchos aspectos. Temas sobre relaciones familiares y las apariencias,los prejuicios y los secretos. Existe el mal aunque se disfrace,hay gente capaz de hacer cualquier cosa amparadose en las tradiciones,la religión o deudas pendientes. La ambientación consigue trasladarte a ese pueblito y ser testigo de los hechos en ese ambiente de misterio y cosas inexplicables y aunque me hubiese gustado sentir más "miedito" sí he sentido esa tensión. Una mezcla entre lo esotérico y el folclore popular se une en una historia redonda que entretiene, convence y atrapa. |