Las chicas de Chapel Croft

Cuarta novela de C.J Tudor, como siempre está autora no defrauda, en este caso nos encontramos con una novela a tres tiempos, en el año 1500 en Chapel Croft, una pequeña pedanía de Suxxes, 8 mártires fueron quemados en la hoguera, 2 de ellos eran niñas, en los años 90 (1990) dos amigas adolescentes desaparecen del pueblo sin dejar rastro.
En la actualidad Jack y su hija ( Flo) , se mudan a Chapel de Croft después de que el puesto de vicario quede libre ya que el anterior se suicidó.
Llegan con una maleta en la espalda, Jack según nos cuenta la escritora es una persona con bastantes secretos, algunos de ellos nos los va descubriendo según vamos avanzando en la lectura, lo más importante para ella es su hija Flo, nos habla poco de su otro progenitor, ya que este falleció cuando Flo tenía apenas 3 años; de Flo sabemos que es una adolescente apasionada de la fotografía y de las películas de las décadas 80,90. Dentro de la lectura nos dará más de un susto ya sea por su edad o por su afición a la fotografía.
De las dos adolescentes que desaparecen también nos habla en la novela, tienen varios capítulos cada una hablando en primera persona, son dos chiquillas que tampoco lo han tenido fácil viviendo en un pueblo donde las apariencias y las supersticiones están en lo más alto de la pirámide.
De las pequeñas mártires también se habla ( no tanto como me hubiese gustado ya que la faja del libro y toda la publicidad iba en torno a ellas y pensaba que la novela también ), poco , pequeños retazos mientras Jack intenta comprender que está sucediendo en el pueblo, porque el anterior vicario se quitó la vida y que pasó con las dos adolescentes ( más o menos de la misma edad que su hija).

Todo esto mientras las supersticiones y lo esotérico se mezclan para darle este toque de terror a la novela.
Que volveré a leer a Tudor, por supuesto que sí, que sigue madurando su escritura por su puesto, que no es su mejor novela, tambien.