Las chicas de Chapel Croft

“Aunque, al final, todos hacemos pequeñas inversiones en nuestro futuro. Entradas para un concierto, reservas para cenar o paquetes de vacaciones. Nunca nos permitimos imaginar que quizá no estemos aquí para disfrutar de ellas; que algún acontecimiento o encuentro al azar pueda arrebatarnos la existencia. Todos apostamos por el mañana. Aunque cada día es, en realidad, un acto de fe, caminar sobre el abismo.” ~ Las chicas de Chapel Croft de C. J. Tudor.

Lo que me gusta a mi como escribe esta chica. Lo sé, comenzando con esta frase ya os podéis imaginar lo que viene después.

Las chicas de Chapel Croft narra la llegada de Jack Brooks, una vicaria, y su hija adolescente Flo, al pueblo para hacerse cargo de la parroquia tras el suicidio del anterior vicario. Sin embargo, la casa y la capilla no son lugares tranquilos y están habitados por los espíritus de las mártires que hace más de 500 años fueron quemadas en la hoguera.

En el pueblo se acumulan, además, las desapariciones de jóvenes adolescentes con lo cual al final tenemos una mezcla de esas que me gustan: hechos sobrenaturales, muertes, desconfías hasta del apuntador. Y, por supuesto, no podemos dejar atrás los traumas de Brooks que ha aceptado este puesto para dejar atrás un pasado oscurito.

Que sí, que me lo he pasado pipa leyendo este libro y aunque hay momentos de tensión no he pasado miedo porque la vicaria tiene un sentido del humor tremendo y con sus pensamientos la rebaja. La historia la cuenta ella en primera persona y para el resto de los hechos tenemos un narrador omnisciente y alguien que nos cuenta su historia desde el pasado.

Un libro muy divertido, en serio, con una personaje principal que me ha encantado.