“Las cosas terribles ocurren, por supuesto, pero siempre a otra gente…” Gabe se pasa día y noche recorriendo la autopista y descansando en gasolineras desde que hace tres años vio por última vez la cara de su hija. En un coche desconocido. Y el último recuerdo que tiene de ella es ese momento pronunciando “¡papá!”. Todos creen que Izzy está muerta, pero su padre no pierde la esperanza y sigue buscando pistas sobre su paradero, sin saber que algo oscuro y peligroso está detrás de esta trama. Y este es el primero de los personajes que componen la historia: algunos buscan, otros huyen, otros ayudan… ¿quienes son La otra gente? Este libro es un thriller lleno de misterio, que empieza muy fuerte y consigue mantenerse hasta el final. He reconocido en él a la CJ Tudor de “Las chicas de Chapel Croft”, en este caso con varias historias y protagonistas que se entrelazan y donde todo queda bien hilado, en un ambiente opresivo y donde sentimos la desesperación de Gabe en cada página y reflexión. Los únicos que sacaría de aquí es que hay muchas (demasiadas) casualidades y que la autora le quiso dar un toque sobrenatural que para mí se desinfló un poco. Recomendaría este libro si lo que te apetece es algo ágil, con capítulos cortos y que desde las primeras páginas tengas ganas de seguir investigando (parece una tontería pero es super importante! hay thrillers que no lo consiguen) |