¡No inventen! Por la sinopsis y lo que estuve leyendo durante todo el rato, sabía que la historia iba a estar intensa y que tendría que lidiar con asuntos feos, pero de eso a entregarme ese final, ¡hay un mundo de diferencia! Se pasó la autora con el asunto de los hurtos. Se pasó como tres pueblos de distancia. En fin, dejando todo eso de lado, la historia que nos entrega esta llena de suspenso, misterios y, por qué negarlo, una buena dosis de escalofríos y uno que otro susto. El secreto que envuelve a estos amigos es más grande de lo que creen, y el peso de las mentiras es más intenso. Por supuesto que sus acciones tenían que seguirlos hasta la etapa adulta. A veces pesa más lo que hacemos que lo que decimos y, para que quede claro, nadie esta excento de culpa. al menos, no en esta historia. |